No es un adiós

Querida, @Kafnob:

Buscar las palabras adecuadas para no caer en el típico “hasta luego” o en el simple “adiós” es más complicado de lo que parece. Tampoco es fácil despedirse de quien uno quiere y aprecia sin importar el tipo de despedida que sea. Plasmar una dedicatoria de despedida es igual a clavar una daga en el pecho e ir penetrando lentamente el corazón mientras que la sangre se va derramando gota a gota. Hacerlo es voltear atrás y mirar, como en una proyección de cine, todos los momentos compartidos. Mientras tanto los ojos de quien escribe se inundan de risas, de tristezas, de molestias y de un sinfín de cosas que no pueden ser descritas y que no podrían ser vividas nuevamente.

A diferencia de una despedida post-muerte, despedirse de alguien que se vuelve emigrante duele menos porque queda la esperanza de un re-encuentro sin importa si es en Pekín o en España o quizá nuevamente en Venezuela nuestra tierra amada. No se puede negar tampoco que detrás de esa esperanza queda el temor y el miedo de no volver a ver en sus ojos mi reflejo o viceversa, porque la Muerte se haya cizañado con alguno de nosotros. El miedo a que cambiemos tanto que no nos importe lo que le pasa al otro o incluso que nos crucemos en la calle o en un café de otra ciudad y no nos reconozcamos. ¡Son muchos los temores y las esperanzas que quedan al despedirnos!

Unas cuantas líneas parecieran menos dolorosas que estar en la estación de un metro esperando que llegue el vagón donde se montará o en un terminal de pasajeros esperando por el bus o en la sala de un aeropuerto esperando ese vuelo, dar la espalda y marcharse con el corazón hecho pedazos por lo que deja y un montón de esperanzas por lo que espera alcanzar en ese nuevo porvenir.

Las despedidas no son mi fuerte y tampoco quiero que los sean, pero hoy me atrevo a componer una aún cuando no quería hacerla. Solo queda desearle lo mejor y pedirle a los ancestros que

• guíen su camino hacia el éxito;
• iluminen sus pensamientos;
• la armen de valor y coraje para vencer cuanto obstáculo se le presente;
• la cubran de salud y bienaventuranzas.

Quien te aprecia, ama y nunca te olvidará,