Otro poema para ser leído mientras llega el Yougton.

No hay respuesta, todas las huellas y el barro marcan la lluvia
El estanque espera por los batracios
En cualquier esquina, en cualquier estación
El toque de turno
Las paradas aglomeran, el hervidero de las bocas
Las conversaciones inútiles, la indiferencia
Y entonces, un perro atraviesa la forma de los panes
Un loco en voz alta predica con la cara de cristo en sus zapatos
La puerta del cielo está más cerca…grita… y, sus gérmenes saltan en alguien del público
Y una briza suena en las ramas de los samanes.
Nada lo convence de que Dios no existe
Para los que están de regreso la parada es inútil
El país está loco y corre tras la nada
Levanta negras columnas bajo el yugo de los emisarios
Brama y envejece y come de la basura de los chinos.
El país fue sólo un cántaro montado sobre una mula terca.

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