¿El dinero para gastar y consumir?, ¿El crecimiento de las riquezas?,¿La adquisición de propiedades?, ¿Hay un constante crecimiento?.

Consumir: satisfacer necesidades o deseos pero cuando esto se vuelve una obsesión, una repetición, esto se transforma en un consumismo o es la compra irracional de muchas cosas, o es el deseo irracional de tener de todo.

El consumidor quiere lo último en equipos y sistemas de punta, con la mejor y más avanzada tecnología, no porque realmente la necesite, sino que tales equipos, como: televisores, computadores, electrodomésticos, automóviles le dan un confort y una marca especial, le da poder, es también una forma de sobresalir de los demás sentirse importante en la comunidad donde se desenvuelve. Es de suma importancia estar al día, a la moda, buscar y comprar las marcas más reconocidas, estar a la vanguardia de todo lo nuevo, mejores camisas, pantalones, zapatos; hay un afán de competencia, esto se ha hecho una costumbre, se ha transformado en una cultura de impresionar a los demás o vivir sus realidades. El consumismo se ha introducido en nuestras vidas a una velocidad vertiginosa que apenas podemos controlar, normalmente estamos envueltos en este laberinto de comprar. Quizás esto no sea nada malo y tampoco sea una anomalía patológica, a lo mejor hemos desarrollado herramientas que nos han llevado a tener una mejor vida y confort, pero también hay una gran mayoría que anhela poder comprar un poquito de todo, un poco de algo.

Creo que el equilibrio es importante, pero es preferible tener para consumir que estar dando vueltas y vueltas viendo el espectáculo de lejos y no poder participar por no tener recursos ni para lo más básico. Creo que sí existe ese equilibrio y tiene que ser una balanza perfecta para todo el mundo, cada cual a su nivel, de poder comprar lo necesario para cubrir sus necesidades y del disfrute de poder paladear lo que se le antoje.