—Caminar el día en Puerto Madero—

Cada vez que se menciona Buenos Aires, automáticamente respondo que no me gustó, que no podría vivir ahí por ser una ciudad tan grande, ajetreada y con un ritmo de vida tan rápido, probablemente como cualquier capital global del mundo. Aún así, cuando veo las pocas fotos que pude salvar de ese día de turista que pasé allá, me sorprendo cada vez más con las bellezas arquitectónicas y los paisajes urbanos que se viven. Sin duda alguna "turistearía" Buenos Aires

—Burocracia—

Argentina no se diferencia mucho de Venezuela a la hora de hacer trámites gubernamentales, pedir citas y turnos también tienen sus trucos de horarios y muchas veces las consultas colapsan (me está pasando hoy para validar mi título de bachiller). Lo bueno es que, de alguna manera, estoy acostumbrado a este sistema. Esta fotografía es dentro de las instalaciones del ANSES para poder tramitar un documento único que me permite trabajar legalmente en Argentina. Estuve hora y media en cola. ¡Burocracia!

—Un domingo verdulero—

Al igual que en ciertas zonas de Venezuela, los domingos o fines de semana completos pasa un camión por los barrios de Córdoba (barrio es como decir urbanizaciones, no barrios venezolanos) vendiendo huevos, verduras, frutas y demás todo a precios mucho más accesibles, de productor. Ya no vivo por un barrio sino hacia la zona centro así que hasta ahora no he podido salir beneficiado de esa rutina de fin de semana.

—Noche en movimiento—

Córdoba, y probablemente toda Argentina, parece que nunca durmiese, al menos en verano, anochece a eso de las 20:30 hrs. así como que la gente duerme a la una de la mañana o a las dos. La ciudad se mantiene muy transitada y activa casi toda la noche.