La guerra contra el tiempo

Podríamos decir que la mitología en la que se inspira este cuadro está cada vez más latente y acertada en el mundo moderno, somos hijos del tiempo (siempre lo hemos sido) y este busca la manera de eliminarnos para no derrocarlo, o para continuar los cursos naturales, pero a medida que "evolucionamos" estamos más cerca de vencerlo y no depender de su juego, de desligarnos de su sistema y alcanzar inmortalidades relativas. Recordemos que Saturno en la mitología romana es el homólogo al titan Cronos de la mitología griega.

Saturno devorando a un hijo

Fuente

Compartiré con ustedes una selección de fotos que una tras otra transmiten un poco dicha sensación de la guerra eterna que la humanidad ha tenido contra el tiempo, guerra que en un principio inició tras armisticios o una extrema pasividad utilizando la religión como recurso, recurso que no permitió el avance por años, incluso siglos para aumentar la calidad y esperanza de vida de nuestros pueblos, estábamos rendidos a la fe, sabíamos o sentíamos como especie que era una batalla que no se podía ganar, tras ver la inmensidad del cielo y saber que tu "enemigo" se refugiaba en sitio tan inalcanzable, era preferible aceptar sus reglas mortales, que sus titanes nos comieran.

Dos viejitos rezándole a la virgen.

El tiempo erosiona y también destruye

lo que a su paso encuentra. Las tierras que fundamos o las estructuras que formamos con sus recursos, el tiempo al final es de la tierra y de nadie más y a ella vuelve todo lo que de ella salió, así sea por las malas.

El olvido humano le da al tiempo la ventaja, aquí el tiempo ganó la guerra y todas las estructuras las destruye, las desfigura y las atrapa para devolverlas a la tierra. Las enredaderas suben por las columnas olvidadas, se colan en los techos que ya no tienen utilidad, presionan hacia al suelo, a todo el metal que alguna vez estuvo dentro de las entrañas de la corteza. Y el viento no deja de hacer de las suyas, la constante del tiempo es el viento, por más mínimo que sea siempre pasa, erosiona y oxida cualquier estructura, cualquier templanza humana, por más férrea que sea, siempre está adornada por la constancia del tiempo.

Sin embargo,

en el tiempo también se construyen bases e ideas, bases e ideas que luego con el tiempo se derrumban, pero este ente forma parte de un ciclo como protagonista activo, no solo destruye, construye nuestras generaciones.

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El humano decidió entonces enfrentar al tiempo

pero para ello debían hacerlo unidos, irónicamente empezaron las guerras entre nosotros mismos, la guerra contra el tiempo suponía vencerlo y preservar un legado, si se vencía el tiempo entre todos no habría memoria para salvar tantas culturas. Y así fue, los humanos tenían más esperanza de vida, así que el tiempo se las ingenió para matarlos entre ellos, qué inteligente recurrir a las razas superiores o los preceptos religiosos. Natural del humano temer a lo desconocido, no los juzgo, el tiempo logró ganar. Entendimos que la unión si es una solución, entre razas y religiones iguales, a pesar que aún en pleno siglo veintiuno existan movimiento que promueven extremismos religiosos y raciales.

En el fondo diversos retratos:

La historia de grandes hombre en las manos de un hombre, un hombre común cuya vida fue parcialmente definida por "grandes hombres" del pasado. Ciclos que se repiten.

"El caos es una escalera",

como dice el personaje de Juego de Tronos Petyr Baelish, pues el caos físicamente está asociado de una forma muy única al tiempo, porque este solo aumenta, nunca se puede retroceder o volver al estado de caos inicial. Así es el tiempo, una escalera en la que solo se puede avanzar y subir. Una escalera que te hace recorridos en espiral para apreciar desde ciertos puntos, tu vida pasada sin siquiera pasar por ella o mirar atrás.

Cronos nos vence

aún para el tiempo nuestras existencias son tan efímeras como las pequeñas gotas de lluvia que caen sobre los pétalos de una flor. Aún la inmortalidad es ciencia ficción y el tiempo se ríe de nuestros intentos, pues él siempre tendrá la forma de erradicar nuestras existencias para nosotros pasar por él y no él por nosotros.

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Lo efímero del tiempo también se capta en el arte

Ya sean 10 segundos de obturador abierto para captar movimientos lumínicos o 1/1000 segundos para congelar el retrato en movimiento. En síntesis general desde los inicios de la humanidad, el tiempo siempre nos come pero mientras estamos en la cola, Cronos nos da "tiempo" para valorar esa cola. Digamos que solo podemos optimizar el negocio con Cronos para tener más de ese tiempo en la cola. Respetemos los ciclos de la naturaleza y sus impactos mayores, que Cronos nos coma es necesario.

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