Solía decir que siempre sería la misma, que nunca cambiaría y que las personas realmente sinceras debían ser igual . Ahora que han pasado los años, que ido creciendo, y aprendiendo, quizás no tanto como debería, pero allí voy poco a poco, con mis tropiezos y la misma vez con mis triunfos; me doy cuenta, que esto no es del todo cierto, porque he cambiado y las personas que están a mi alrededor, o al menos las pocas que quedan, también, todo el mundo en general lo hace. Todos tenemos múltiples facetas a lo largo de nuestra vida, nos guste o no vamos cambiando, porque la misma vida nos obliga a hacerlo a medida que esta va corriendo, muchas veces sin darnos cuenta.

Cada una de las situaciones que enfrentamos en la vida, nos hace madurar, aprender, cambiar en general ya sea para bien o para mal, aunque lo ideal sería que siempre fuese para bien. Porque lo más importante de enfrentar estas situaciones y de que están influyan en nuestro carácter, es saberlas aprovechar de forma positiva, que estas nos hagan crecer como persona, y no nos destruyan.

Quizás nunca llegaremos a ser expertos en ¿cómo funciona la vida? o ¿por qué esta nos obliga a cambiar con el pasar de los años? Pero creo que en realidad así deben ser las cosas, no todo tiene explicación, no todo tiene un por qué, y no es necesario saberlo todo. Lo que realmente importa, es saber que aún si la vida nos obliga a a cambiar, y tener "múltiples facetas" a lo largo de ella, siempre debemos mantenernos genuinos, y a la misma vez conservar nuestra esencia, cada uno de nosotros posee la suya y esto es algo que jamás debemos perder, no importa las circunstancias, solo se siempre tú mismo.