Existen muchos ángeles designados por Dios en la tierra. No son como los que nos pintan desde pequeños, o en las películas; con alas grandes y todos vestidos de blanco. Éstos son diferentes, son como tú y como yo, de carne y hueso, comunes y corrientes.

Son difíciles, más no imposibles de encontrar. Sólo tienes que tener un poco de suerte y paciencia, pero ellos llegan con seguridad, para mejorar tú vida, para enseñarte a ser como ellos.

Se encuentran en las personas buenas, nobles, dulces, en esas que ayudan cuando más alguien lo necesita, pero por sobre todas las cosas; los ángeles de la tierra se encuentran en las personas que brindan y viven con amor. Sin darnos cuenta, cuando hacemos este tipo de acciones, podemos convertirnos en uno ellos.