Cuando se extraña tanto el mar como yo lo extraño es porque seguro llevamos en el corazón espuma de sus olas. Momentos en la memoria que nos traen los mejores recuerdos para reanudar la vida.

Cuando se extraña tanto mirar el azul del cielo confundido con el agua en el horizonte solo se tiene el cerrar los ojos y respirar profundo para evocar el sentimiento de mirar la grandeza.

En esas pequeñas calles que llevaban todas a la orilla, entre esas pequeñas casas que adornaban el camino, allí se quedaron los juegos y saltos de felicidad por llegar a nadar.

Bendita mi tierra, mi pequeño pueblo rodeado de hermosas playas. Hoy te extraño como una niña. Extraño la perfección de tu naturaleza tibia bajo el sol radiante. Y tu gente noble, tu gente linda que desnuda su alma cuando sonríe.

Hoy en esta gran ciudad, sentada entre la evolución de las sociedades mi mente se ha ido hasta tus hermosos lugares, mi Venezuela linda, en donde es fácil calentar el alma y mojar el corazón.

Cuando se extraña tanto el mar, así como lo extraño hoy. Es un buen día para orar por la libertad de la pequeña Venecia. Es un buen día para enviar un ejército de ángeles a esa tierra bendecida por las olas.

Azul del cielo, azul del mar, azul de mi bandera, hoy te quiero ver en libertad. Pronto pasará el mal tiempo. El azul será más limpio y seguro muchos volveremos a ver tu mar.