La pepita crecía sola, era la única colorida en un mundo gris. Pensaba que podía cambiar su entorno si empezaba a tocar todo a su paso.

Se concentró con toda su fuerza y de ella comenzó a irradiar una luz interna, comenzó a ver que todo se tornaba rosa y pedía con más fuerza poder tocar todo. Un Hada escuchó su pensamiento y la convirtió en princesa con alas, entonces le dio al mundo otro sentido, y después de cada invierno ella trae la primavera.