La mayor parte de las veces, el comienzo de la relación con la suegra no es fácil, debemos comprender que ellas buscan proteger a uno de sus más preciados tesoro. Y aunque el pretendiente en cuestión sea joven o mayor, siempre será su hijo y es comprensible su actitud. Nuestra actitud como yernos o nueras será la de demostrar que en definitiva queremos estar con esa persona porque nos gusta, se tienen cosas en común y que entendemos que ha medida sea nuestro trato con él así será el trato que recibamos. De la misma manera, si sucede que la suegra en definitiva no es muy amable, nos toca llenarnos de mucha paciencia y buscar las alternativas para solucionar las cosas, pues a final del camino la madre siempre estará en el primer lugar y la intención no es separar familias, sino integrarlas.