Historia de la Medicina: medicina de los pueblos arcaicos extinguidos. La medicina del antiguo Egipto

La invasión de los persas en el año 539 a.C marcó el fin del imperio Babilónico (del cual hablamos en el post anterior) pero hoy volveremos a retroceder 3.000 años para analizar la medicina de otra de las grandes civilizaciones ya extinguidas: el antiguo Egipto.

El antiguo Egipto, localizado entre desiertos y a todo lo largo del río Nilo, tierra fértil que estuvo habitada por un pueblo trabajador, creativo y muy organizado, que no sólo hizo posible la construcción de grandes monumentos (tumbas del Valle de los Reyes, ciudades como Luxor, Tebas o Karnak) sino también el desarrollo de una gran civilización cuatro veces milenaria, cuya información dejó minuciosamente plasmada en sus monumentos o en los papiros, donde los escribas relataban en escritura jeroglífica todo lo que acontecía en la vida del mundo egipcio (desde la vida del Faraón hasta la del más humilde miembro del pueblo).

Con el descubrimiento de la piedra Rosetta en 1.799 (piedra que contiene el mismo decreto en tres escrituras: jeroglíficos egipcios en su porción superior, escritura demótica en su porción intermedia y griego antiguo en la inferior) y su posterior estudio en 1.822 por Jean-François Champollion, el antiguo Egipto se da a conocer al mundo, ya que fue la clave para poder descifrar la escritura jeroglífica.

En Egipto existieron 3 tipos de escritura: Jeroglífica (sagrada), Hierática y Demótica. La escritura Jeroglífica estaba sólo al alcance de los escribas y era utilizada para escribir textos médicos y textos religiosos funerarios como el “Libro de los Muertos”.

La actitud de esta civilización ante la muerte es muy importante para entender su filosofía de vida, tenían la idea del alma inmortal, deseaban disfrutar de una vida después de la muerte. Al morir el individuo, Osiris juzgaba sus acciones en vida y decidía su suerte en el más allá.

Los egipcios acudían a los dioses para solucionar sus males y los médicos también se encontraban bajo la protección de varios dioses como Isis, diosa de la maternidad, Dyehuty, dios de todo el saber, Taueret, protectora de las embarazadas que ayudaba en el proceso del parto, Sekhmet, diosa de la curación, e Imhotep, dios de la medicina (tras ser divinizado luego de su muerte). Por otro lado tenemos a Seth (hermano de Isis), llamado el maligno, como causante de enfermedades.

Los egipcios llamaban a los médicos Sun-Nu, que significa “el hombre de los que sufren o están enfermos” y en sus diagnósticos se mezclaban ciencia, magia y religión.

Algunos médicos practicaban la terapia con drogas, eran llamados escribas, otros más bien se dedicaban a los conjuros (magos) pero también estaban los llamados “Sacerdotes de Sekhmet”, que eran aquellos que mediaban entre el paciente y la diosa (celebraban rituales pero también administraban drogas). La profesión médica exigía un aprendizaje que se impartía muy probablemente en la “Casa de la Vida”, perteneciente al estado y próxima a los grandes templos, que también funcionaba como un sanatorio. Existían unos ayudantes llamados ut, que podrían ser considerados precursores de la enfermería.

Los médicos en Egipto estaban organizados y su fama se expandía hasta Grecia y Mesopotamia. Soberanos de tierras lejanas solicitaban a los faraones que les enviaran a los médicos egipcios, pues su fama atravesaba fronteras. Ya el gran historiador Heródoto decía que el ejercicio de la medicina está dividido en Egipto y hay médicos para cada enfermedad, (primera referencia a la especialización en campos médicos), así tenemos: Suno (médico general), Suno-Ir (oftalmólogo), Sehedy-Suno (inspector médico), Suno-Generet (médico del trabajo), Sa-Hermen (realizaba cauterizaciones). También acota Herodoto que existía una gran abundancia de drogas y que era el país de los médicos más sabios del mundo, haciendo especial referencia a Hesy-Ra (3.000 a.C., un gran Oftalmólogo). La oftalmología estaba muy desarrollada pues la “oftalmia del desierto” (hoy conocida como Tracoma endémico) era muy frecuente.

Mención especial merece el gran médico Imhotep, quien vivió hacia el año 2.700 a.C., visir del faraón Zoser (de la III dinastía), quien además era arquitecto (constructor de la pirámide de Saqqara y del templo de Edfu). Fue deidificado después de su muerte.

La atención médica era gratuita y era el estado quien pagaba a los médicos. Éstos debían de seguir un protocolo de atención, llenando una historia clínica donde se anotaba el interrogatorio del paciente, su aspecto y su examen físico, así como la inspección de la orina, heces, esputo y sangre.

Los médicos del antiguo Egipto clasificaban las enfermedades de la siguiente manera:

1. Las ocasionadas por espíritus malignos.
2. Las de causa obvia, como un traumatismo.
3. Las de causa desconocida y que atribuían al castigo de los dioses.

Los conocimientos médicos del antiguo Egipto nos han llegado a través de tres fuentes fundamentales:

1)A través de la paleopatología, ya que por medio del estudio de las momias y otros restos humanos se conocieron algunas de las enfermedades que padecieron los egipcios y sus causas de muerte. Algunas de las enfermedades encontradas en las momias son: artritis, tuberculosis en los huesos, gota, cálculos en la vesícula, schistosomiasis (enfermedad parasitaria), sífilis y raquitismo.

Aunque los embalsamamientos no estaban relacionados con la medicina merecen ser mencionados, ya que demuestran que se poseía ciertos conocimiento de anatomía (manejo de vísceras).

2)A través del estudio de las pinturas encontradas en templos y sepulcros que ilustran en cuanto a algunos de los instrumentos empleados.

3)A través de la interpretación de los papiros, que se ha transformado en la principal fuente de conocimiento. Los papiros llevan los nombres de sus descubridores, del lugar donde fueron encontrados o de los museos donde se encuentran. Su contenido es diverso, algunos describen recetas y fórmulas mágicas, otros tratan sobre especialidades específicas (ginecología y obstetricia, cardiología, oftalmología).

Los mencionaré por orden cronológico:

• Papiros de Ramesseum (1.900 a.C.): se centran en los ojos, ginecología, pediatría, músculos y tendones (describe técnicas para la relajación de los miembros rígidos).

• Papiros de Kahun (1.900-1.850 a.C.): orientado hacia la ginecología y obstetricia, la veterinaria y la aritmética. Describe métodos para diagnosticar el embarazo y para saber el sexo del feto así como drogas femeninas (de aplicación vaginal), como un anticonceptivo preparado con heces de cocodrilo, miel y carbonato de sodio.

• Papiro de Ebers (1.550 a.C.): es considerado una recopilación de diversas especialidades médicas como medicina interna, oftalmología, dermatología, ortopedia, patologías de la cabeza (lengua, dientes, nariz, oídos). Tiene más de 20 metros de largo. Contiene esquemas de anatomía y fisiología del corazón y los vasos, describiendo al corazón como centro de la vida, describe los 48 vasos que van a todo el organismo. Menciona a 400 drogas, ochocientas fórmulas (haciendo referencia a la cantidad empleada de cada compuesto). Entre los compuestos más usados se encuentran la cebolla, ajos, miel, cerveza, higos, semillas de lino, hinojo, mirra, aloes, azafrán, opio y lechuga. Explica muchas enfermedades junto con su terapéutica, inclusive aquellas con resolución quirúrgica como el carbunco, ganglios con tuberculosis, fístulas, hemorroides, tumores, hernias, hidroceles y várices.

• Papiro de Edwin Smith (1.550 a.C.): es de contenido quirúrgico. Tiene 5 metros de largo y detalla patologías como heridas, fracturas, luxaciones, quemaduras, abscesos, tumores diversos. Establece por primera vez los grados de pronóstico (favorable, dudoso y desfavorable), de manera similar a la medicina moderna. Describe muchos de los instrumentos utilizados en cirugía. Detalla 48 casos quirúrgicos con heridas en la cabeza, cuello, hombros, mamas y tórax. Se aprecia una amplia experiencia en fracturas, propia de un sitio donde los accidentes eran numerosos (construcción de las pirámides?).

• Papiro Hearst (1.550 a.C.): contiene fórmulas magistrales, especialmente para problemas urinarios, de la sangre, del cabello y picaduras .

• Papiro de Londres (1.350 a.C.): contiene recetas médicas y rituales mágicos.

• Papiro de Berlín (1.300 a.C.): parecido al papiro de Ebers pero con excelentes descripciones del corazón y los vasos sanguíneos.

• Papiro Chester Beatty (1.300 a.C.): también con recetas médicas y fórmulas mágicas, principalmente contra los dolores de cabeza y dolencias anorrectales.

• Papiro Carlsberg (1.200 a.C): orientado hacia la oftalmología y la obstetricia.

Como vemos el antiguo Egipto alcanzó grandes logros en materia de salud y medicina y esto sumado a lo alcanzado en materia de arte, arquitectura e ingeniería la convierten en una de las civilizaciones que deja un legado eterno e invaluable.

Referencias:

1. http://www.cervantesvirtual.com/obra/historia-de-la-medicina/
2. http://www.arabworldbooks.com/articles8.htm
3. https://www.britannica.com/topic/history-of-medicine
4. http://www.cardenashistoriamedicina.net/
5. http://paseandohistoria.blogspot.com/2009/06/la-medicina-en-el-antiguo-egipto.html
6. https://books.google.co.ve/books?id=lgcSCAAAQBAJ&pg=PA9&lpg=PA9&dq=Axaxazu+(demonio+de+la+ictericia).&source=bl&ots=FuncQyBOaE&sig=uRrIut8Y5mAdc_ASsuZvs0lslbQ&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjNt_f4t8PZAhUO7FMKHS4PAZIQ6AEIJzAA#v=onepage&q=Axaxazu%20(demonio%20de%20la%20ictericia).&f=false

Entregas anteriores:

1. Historia de la Medicina: Medicina Prehistórica
2. Historia de la Medicina: medicina de los pueblos arcaicos extinguidos. La medicina en Mesopotamia