Hija de gato...toma foto.

La historia es que luego de ahorrarme unos dolares superando todas las circunstancias que eso implica en Venezuela, buscaba comprarme una cámara semiprofesional vía amazon, como estaba de moda en aquel tiempo. Entonces, me debatía, estudiaba y pensaba que modelo me convenía, por el precio, por la marca; en fin, ya saben, que si los de Nikon, que si los de Cannon, la pugna entre las marcas; y al final tomé la decision de comprar la Sony a 3000, aunque me costaba 100 dólares mas de lo que tenía guardados. Me decidí, porque recordé que en sus primeros tiempos el producción de videos, mi Padre utilizó esta marca. Le tenía una fidelidad única, y la marca hacia el, también, no le falló nunca. De paso, así no le daba mi preferencia ni a Cannon ni a Nikon. Entonces, tomé mi decision y me dispuse a esperar que llegara el mes de enero, cuando se renovaba el cupo de dolares electrónicos.

Si, ya sé que de esto no entiende nadie más que los venezolanos, pero es necesario decirlo.

Pero me faltaban 100 dolares! Ya veré me decía, muy, muy dentro de mi. Llegó enero y no liberaban el cupo y espere casi por tres semanas más, hasta que por fin apareció el bendito cupo de divisas y cuando revise la disponibilidad de venta de cámara , justo en ese momento le habían bajado el precio en 100 dolares!! No lo podía creer, ES MÍA!

Semanas después de la compra, llegó la cámara y de inmediato fuí a enseñársela a Papá y me preguntó: y usted tiene donde guardar este equipo? -No. Le contesté. Fué entonces que buscó entre un montón de bolsos, mochilas, estuches y yo escogí uno negro, con unos herrajes y cierres que, creo, nunca más en este planeta, harán algo de tal calidad. Al llegar a casa lo revisé con detenimiento y encontré que tenia puesta su tarjeta de presentación en la contratapa, allí la dejé y pienso que en algo influyó para mi cámara no se rompiera cuando se me cayó.