La Geografía Objetiva como Ciencia.
Luis Ignacio Hernández Iriberrihttp://steemit.com/@dimensionalidad
[5 feb 20]
Una cosa es la geografía como un conocimiento general divulgativo (“popular”), y otra cosa es la geografía como ciencia (“académica”). Esto es, una cosa es la descripción de los fenómenos en los diversos lugares del mundo (en particular cada fenómeno estudiado por una ciencia específica), y otra cosa es la investigación objetiva, causal, con arreglo a la lógica o hipotético-deductiva, de medición y registro experimental o comprobatoria en la práctica social, y con capacidad de previsión científica, todo lo cual da el conocimiento verdadero de un objeto de estudio determinado y definido, en este caso, del conocimiento geográfico dado del espacio; no sólo como el lugar (un espacio vacuo continuo), sino como la espacialidad o propiedades espaciales de las cosas (un espacio lleno discreto, a lo que llamamos “estado de espacio”).
[Tomado por el autor de este Blog de: Estrabón, Prolegómenos; Editorial Aguilar; Madrid, 1981]
Que la Tierra era una esfera, era algo físicamente demostrado ya por Aristóteles explicando la curvatura de la sombra de la Tierra en la Luna; pero Eratóstenes en su Geografía incluye ahora su procedimiento de cálculo del perímetro de la Tierra, que arrojó un resultado muy preciso del mismo para ese entonces, como una demostración matemática de esa esfericidad. Sin embargo, a pesar de esa noción completa del espacio terrestre, su mapa principal es sólo la representación del mundo conocido, el Ecúmene; y le corresponderá a Hiparco (190-120 ane), seguidor de la geografía de Eratóstenes, dar idea de la magnitud del mundo en su totalidad al construir la primera Proyección Cartográfica: la Proyección Equirrectangular (si bien no una “proyección” en el verdadero sentido geométrico), pero sí una rigurosa transformación matemática de la esfera en un plano. Contemporáneo suyo fue Crates de Malos (principal encargado de la Biblioteca de Pérgamo, en la actual Turquía, rival de Eratóstenes, por su parte, principal encargado de la Biblioteca de Alejandría en Egipto), que hacia el año 150 ane construye un Globo Terráqueo en el que, representando la magnitud física del mundo en la que el Ecúmene es sólo una cuarta parte, elabora la hipótesis por “simetría de contrapesos”, de la necesaria existencia de los continentes Periecos, Antecos, y Antípodas.
Hiparco tomó un pliego de papel, trazó una línea horizontal con una medida dada, y estableció que ella representaría el ecuador de la Tierra en todo su perímetro. Con un valor de la mitad del ecuador, trazó una línea vertical perpendicular al mismo repartida al centro en dos mitades formando su meridiano central. Luego dividió ambas líneas en partes iguales (digamos, cada línea en 6 partes), por donde trazó los paralelos en igual magnitud al ecuador, y los meridianos, dándoles sus valores en los grados correspondientes, de modo que sobre el ecuador había el doble de distancia que sobre el meridiano central, y esta distribución del sistema de coordenadas geográficas, denominada canevá, de rectángulos iguales, es la que le dio el nombre a la proyección cartográfica.
La Proyección Equirrectangular de Hiparco es así, con todo su rudimento, una transformación matemática rigurosa, exacta, de la esfera terrestre en un plano; no obstante, dicha transformación no puede darse sin que ocurra una pérdida de continuidad en el plano, o, conservándose ésta, se pierda ya la forma real de los continentes, o bien su superficie verdadera[Fuente: autor de este Blog]
La Proyección Equirrectangular tiene, a pesar de todo, una representación de los continentes apegada a ese canevá, de manera muy deformada, en donde los continentes se extienden cada vez más conforme aumenta la latitud como consecuencia de haber sido trazados con igual valor de perímetro que el ecuador, cuando se entiende que deberían corresponder a círculos cada vez menores. Ello, sin embargo, siendo esta una noción de fundamental importancia, no quiere decir que ese mapamundi o la Proyección sean “malos”, sino que, siendo correctos y exactos, simplemente son así. El posterior desarrollo de la cartografía buscó, no “corregir un error”, sino ajustar la proyección a una representación con menos deformación representando mejor la realidad del espacio terrestre.
Hiparco desarrolló todo un Sistema de Proyecciones Cartográficas Planas; ecuatoriales, polares, oblicuas; cada una a su vez, con un foco de proyección central o gnomónicas, con el foco de proyección tangente a la superficie terrestre u ortográficas, y con el foco de proyección en el infinito o estereográficas.
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Sistema de Proyecciones Cartográficas de Hiparco.
[Dibujo del autor de este Blog]
Pero fue Marino de Tiro, un siglo después, el que primero intentó hacer ese ajuste a las deformaciones, elaborando, primero, la Proyección Cilíndrica Tangente, y luego los principios de la Proyección Cónica Simple.
Proyección Cilíndrica Tangente de Marino.[Dibujo del autor de este Blog]
Finalmente, otros dos siglos después, ya en el siglo II de nuestra Era, con Claudio Ptolomeo (90-168 dne), la Proyección Cónica se perfeccionó en sus variantes y cálculo matemático, hasta llegarse al desarrollo de las llamadas proyecciones calculadas, ya no obtenidas por proyección geométrica, sino por cálculo estricto, como con su Proyección Homeótera. Y terminó con él, la ciencia clásica de la Antigüedad.
Proyección Homeótera de Ptolomeo.
[Tomada por el autor de este Blog de: Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos; INEGI-INGE; México, 1992]
[*] Este importante mapa perdido a fines del siglo XVIII, fue encontrado por Miguel Sánchez Lamego en 1951 en España, no obstante, no fue resguardado en la Mapoteca Nacional y, prácticamente, se volvió a extraviar, pues en el año 2007 cuando hacíamos nuestra investigación de tesis doctoral, nos vimos en la necesidad de tener dicho mapa no encontrándolo en ningún lugar ni por ningún medio. A fines de los años setenta, cuando como estudiante estaba interesado en recuperar la historia de la geografía, nos encontramos una rudimentaria copia de este mapa en la publicación de la ponencia de Sánchez Lamego acerca de su hallazgo (1951), pero si saber nosotros aún de su historia y trascendencia, se quedó ahí por cuarenta años más. Con motivo de esa investigación de tesis volvimos a buscar el documento, entregándolo a la Mapoteca Nacional “Manuel Orozco y Berra” en donde, finalmente, se encuentra.
En el próximo artículo veremos durante la Edad Media oscurantista, el despliegue de una geografía subjetivista mística, por oposición a la geografía objetivista científica de la Antigüedad.
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