¿Quien soy realmente y cuál es mi propósito en la vida? - Parte 2
Tener un propósito le da significado a cada decisión que tomo en la vida. Todo comienza cuando despiertas una mañana con una sensación diferente. A veces es una inconformidad muy profunda, a veces es la sensación de que todo va a estar bien a pesar de los problemas cotidianos. Lo cierto es que uno ya no es la misma persona, cada cosa comienza a ser cuestionada bajo una pregunta muy poderosa:
¿Por qué estoy haciendo esto?
Cada una de las respuestas a esa pregunta nos llevan a la misma pregunta, como si se tratara de una cadena. Eslabón por eslabón, hasta que al final nos podemos llevar una ingrata sorpresa. Tal vez nos damos cuenta de que estamos anclados a un barco que lleva hacia un destino al que realmente no queremos ir, o que tal vez ni conocemos.
La pregunta que me estoy haciendo en este momento es:
¿Hacia dónde quiero ir realmente?
De pronto me doy cuenta de que no estoy solo en este camino, tengo seres queridos, sueños y responsabilidades que atender. Además me tengo a mi mismo, con mis limitaciones, potencial y aptitudes. Todas esas variables me llevan a la pregunta inevitable:
¿Hasta dónde podría llegar?
Realmente no tengo certeza de alguna cosa y de hecho nadie sabe con certeza hasta cuando caminará entre los vivos. Incluso pienso que no tengo que llegar específicamente hasta algún lado. Entonces, en medio de ese desierto lleno de incertidumbre lo que toca preguntarse es:
¿Valdría la pena?
Si encuentro un propósito por el cual luchar con todas mis fuerzas, realmente tendría que valer la pena. Tendría que ser algo que me haga sentir satisfecho aunque tal vez nunca llegue a estar terminado. Un sueño con tanto significado para mi, que bastaría con imaginar haberlo conseguido para recobrar fuerzas a pesar de estar en la situación más difícil.
Propósito vs. Meta
Aunque, no hay que confundir un propósito con una meta, uno puede plantearse muchas metas, el problema con ellas es lo que pasa después que han sido alcanzadas. Pensemos en los atletas olímpicos por un momento. Una vez que alcanzan la medalla de oro ¿qué hacen?... pues, buscan otra medalla de oro y cuando el cuerpo ya no puede rendir tienen que dedicarse a otra cosa. Lo mismo le pasa a todas las estrellas, algún día tienen que apagarse.
De esta forma me doy cuenta de que el propósito que tanto busco, siempre ha estado muy cerca de mi. Podría ir buscarlo en muchos lugares y pedirle consejos a muchas personas con gran sabiduría, y ya sé lo que dirán:
"La respuesta está dentro de ti"
"Busca en tu interior"
¡Sí cómo no..! Realmente me molestan esas respuestas, pero parece que tienen algo de verdad, después de todo. Cuando estoy haciendo algo, solamente yo puedo responderme si estoy feliz y si eso que hago tiene sentido para mi, lo que digan los demás no cambiará la respuesta dentro de mi. Sin embargo, no se trata tampoco de satisfacer los deseos con puro placer. Hay muchas cosas placenteras que pueden hacerse y también se terminan. Hay algunas cosas que disfrutamos muchísimo, por ejemplo: escuchar música, mirar películas, hacer ejercicio, etc., todas van a terminar.
Parece que la respuesta sigue esquiva ¿verdad? Pues seguramente por eso se venden muchos libros de auto ayuda. De alguna forma consiguen hacernos sentir insatisfechos y nos dan la receta para ser felices siguiendo unos sencillos pasos. La felicidad es un tema muy grande, por eso prefiero un parámetro de referencia que me funciona mucho mejor:
Sentir paz
De esta manera las cosas parecen acomodarse mejor. El propósito que busco definitivamente tiene que estar en paz conmigo mismo, mis seres queridos, mis responsabilidades y mis sueños. Si no estoy seguro de algo, puedo probar algunas cosas y descubrir si me siento en paz o se rompe la armonía dentro mío y mi entorno.
Referentes
Hay profesiones que admiro y respeto muchísimo, entre ellas: los bomberos y los maestros. En mi país los bomberos son voluntarios y los maestros en general tienen un sueldo muy bajo. La mayoría de bomberos tienen en su día a día alguna otra profesión muy bien remunerada, sin embargo están dispuestos a dejar lo que sea que estén haciendo para ponerse su traje y salir a salvar vidas a costa de la suya propia. Los maestros son personas admirables, saben que muy pocos alcanzarán algún cargo importante con un buen sueldo, los demás se quedan con la recompensa de saber que están formando el futuro y el presente del país. Me conmueve hasta las lágrimas verlos transmitiendo conocimiento con gran entusiasmo a sus alumnos. Este tipo de personas dan todo de sí y me inspiran. Cada uno a su manera, tienen un propósito muy claro: Salvar vidas. Los bomberos salvan a las personas de la muerte y los maestros salvan a las personas de la ignorancia.
¿Cuál és tu propósito?
Me encantaría que compartas cuál es el propósito que tienes, que es lo que te inspira a hacerlo y que parámetros te ayudan a guiar lo que haces.
Mientras tanto, seguiré buscando mi propósito.
Anterior: Parte 1
-- @develcuy