La pasividad no te exime de responsabilidades

La pasividad no te exime de responsabilidades

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En mis clases, frecuentemente, realizo actividades que simulan situaciones de la vida profesional y laboral para mis estudiantes, esto con la intención de prepararlos para ese mundo que llegará en un tiempo muy cercano. Las dinámicas van asociada a la toma de decisión y a la actuación sobre “X” problema o hecho, donde ellos deben demostrar sus actitudes y aptitudes para proponer ideas que permitan aportar soluciones.

Durante el desarrollo de las actividades es notorio, siempre, la presencia de un grupo de chicos que no opinan ni participan activamente, se mantienen pasivos, dejando que los demás actúen y decidan. Lo mismo ocurre cuando se trata de situaciones relacionadas con el desarrollo del curso, cuando se necesita decidir sobre las estrategias de aprendizaje, la distribución y tipos de evaluaciones, los contenidos, entre otros. Igualmente, si se debe actuar para alcanzar algún propósito. .

Al detectar en ellos la pasividad, frente a las situaciones reales o hipotéticas, acudo de inmediato a hacerles ver que dicha postura también son activas en su interior, y las mismas quieran o no traen resultados condicionados, posiblemente favorables o desfavorables, cuando no son expresados de forma activa. Sin creerlo o pensarlo eso sucede, y me preguntan por qué y cómo, y yo simplemente les digo lo siguiente:

“El no decidir es también una decisión”

“El no actuar es también una acción”

Este escenario, no ocurre solamente en mi aula de clases con mis estudiantes, esto nos ocurre en cualquier parte, en cualquier contexto y a cada uno. A veces creemos que el no opinar, decidir o actuar nos salva de responsabilidades, y no es así, al no ser activo trae consigo responsabilidades que debemos asumir.

Es por ello, que debemos dejar de ser pasivos, debemos opinar, decidir y actuar, en cualquier situación que se nos presente.

Espero que éste contenido permita reflexionar al respecto y contribuya a mejorar aspecto en su vida.

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