A medida que voy fotografiando, me fijo en que estilo y técnicas son las más constantes en cada entrega. Unas de las cosas que más he descubierto en mis fotos es la presencia (muy frecuente) del blanco y negro de altos contrastes. Sumado a esto, tengo una ligera preferencia por la realización de retratos en planos generales con muchísimos espacios "muertos". Al ver ese patrón repetirse una y otra vez, decidí crear un pequeño seriado llamado:

Donde se presentan a los sujetos casi siempre en silueta, pequeños, ante la inmensidad de algunas estructuras. Para mi la prioridad en estas fotos son las estrucutras... La arquitectura y sus lineas. Se le agrega el factor humano como ese pedacito de vida que recorre constantemente estos espacios, para demostrar que no solo son espacios si no que ahí se hace vida.

De resto no me queda más que mostrarles este pequeño trabajo realizado con mi telefono (un alcatel A30plus) más una pequeña descripción del momento.

La torre de David es un lugar único e increíble, parte de los sitios olvidados e incompletos que abundan en nuestra ciudad. Un esqueleto arquitectónico que más adelante me encargaré de mostrarles por este medio. Pero justo acá se logra este estilo, donde podemos sentirnos pequeños... o no... Diminutos ante tanto ritmo y tantas lineas que componen a Caracas.

Ese día llovía, las nubes cubrían gran parte de la ciudad. Hacia mucho frió y parecía que todo no podía verse más perfecto. Se podía admirar la ciudad de polo a polo y ver como en los extremos la lluvia era muchísimo más fuerte. Para nosotros fue solo una pequeña llovizna.

Por la poca iluminación dentro de la torre, los retratos salían sub-expuestos para mi teléfono, pero fue algo que quise aprovechar. Estas fue una de las primeras fotos que realicé con mi teléfono (ese día en general lo estaba casi estrenando)