El cine sonoro revolucionó la industria a finales de los años veinte. Con la sincronización de imagen y sonido, pronto comenzaron a producirse películas musicales que fueron ganando la admiración y la preferencia del público, durante la década de los treinta y cuarenta. Para los años cincuenta, ya los musicales eran un género instalado en su mejor época, premiado en las ceremonias importantes, exitoso en la taquilla, alabado por la crítica y amado el público. Y es precisamente en esa década, específicamente en 1.952, cuando apareció la que es considerada por muchos, la mejor película musical de la historia.

Singin' in the Rain cuenta la historia de Don Lockwood (Gene Kelly) una super estrella del cine mudo a quien le ha costado mucho llegar a la cima, pero finalmente se ha convertido en el favorito de Hollywood, junto a Lina Lamont (Jean Hagen), una rubia plástica y algo tonta, con quien ha protagonizado varios éxitos de taquilla, formando la pareja de moda del estudio cinematográfico para el que trabajan, Monumental Pictures. La secuencia inicial es bastante divertida; en ella podemos ver a la pareja llegar a la alfombre roja para el estreno de su última película, donde los espera Cosmo Brown (Donald O'Connor), el mejor amigo de Lockwood. Hablando para el público, Don cuenta sus inicios en la industria y el camino que transitó, siempre junto a Cosmo, pero la narración de algo pulido y elegante contrasta de manera muy divertida con las penurias que debieron pasar los amigos, que Don oculta con la sentencia de su lema: "Dignidad. Siempre dignidad". Podemos ver una de las dos mejores secuencias de baile del film: Don y Cosmo, vestidos con trajes y sombreros, bailan tap, usando en la coreografía unos violines y realizando pasos y piruetas bastante exigentes. Es una escena que los amantes del baile amarán, sin duda alguna.

Tras el estreno de la cinta, Don conoce a Kathy Selden (Debbie Reynolds) cuando huye de unas fanáticas que lo acosaban por la calle. Kathy es una actriz de teatro aficionada que habla un poco despectivamente sobre los actores y las películas. "Si has visto una, las has visto todas" dice. Tras un par de encuentros fortuitos y después de buscarla durante varios meses, Don encuentra a Ktahy, se conocen y se enamoran.

Y entonces la industria del cine se estremece: aparece el cine sonoro. En el estudio de Don y Lina se rieron cuando supieron que la Warner preparaba una película con sonido incorporado: The Jazz singer; pero el público la amó y ahora quiere más películas así. Todos los estudios se están adaptando al cambio y Monumental Pictures no quiere quedarse en la retaguardia. ¿El problema? ya han grabado una película muda que se estrena en seis semanas. Es entonces cuando Don, Cosmo y Kathy piensan en que existe una manera de salvar la producción: convertirla en un musical. Pero Cosmo menciona un nuevo problema: Lina Lamont. La rubia tiene una voz desagradable, muy aguda y una forma de expresarse deficiente que no era relevante en las películas mudas, pero que es vital para esta nueva era del cine. Ya la película está grabada, no pueden reemplazarla. Y nuevamente Cosmo es quien propone la solución: hacer que Lina doble la voz. ¿Pero quién será la encargada de doblar los diálogos y las canciones de Lina? nada más y nada menos que Kathy. Don se niega, ama a Kathy y siente que de esa manera se la está ocultando del público, negándole el crédito que merece; pero Kathy ama a Don y sólo quiere que la cinta triunfe, así que lo hace. Para conocer la última parte de la historia, tendrán que ver la cinta ¿lo lograrían? ¿sería un éxito la película? sólo hay una forma de averiguarlo.

Una ironía histórica de la película es que Jean Hagen, la actriz que interpreta a Lina, en realidad canta y dobla a Debbie Reynolds, la actriz que hace de Kathy. Impresionante ¿cierto? Aún más impresionante fue, para mí, descubrir que Gene Kelly protagonizó, co-dirigió esta película y estuvo a cargo de las coreografías. A la par de una historia divertida, que tiene romance, amistad, bromas, sarcasmos, tenemos la representación de un importantísismo momento de transición en la industria cinematográfica, el paso del cine mudo al cine sonoro, y lo más destacado, escenas de canto y baile que han quedado en la memoria colectiva.

La coordinación de Kelly y O'Connor en las coreografías de Fit as a Fiddle (And Ready for Love) y Moses Supposes son llamativas, vistosas y perfectas. De igual manera cuando estos dos, junto a Reynolds, realizan la secuencia de Good Morning hacen que haya valido la pena haber pasado en el estudio desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche (incluso a Debbie Reynolds le sangraron los pies). Y por supuesto, la icónica escena en la que Don canta y baila tap bajo la lluvia, poseído por la felicidad de estar enamorado de Kathy, es asombrosa.

Las habilidades de baile de Kelly, el magistral esfuerzo de Reynolds para grabar sus partes cuando no tenía experiencia previa en danza (difícil de creer), se suman al talento físico de Donald O'Connor que evocando a Chaplin y a los mejores comediantes físicos del cine, representa escenas y secuencias en las que realiza movimientos muy difíciles, con gran naturalidad (no hay más que ver la escena de Make 'Em Laugh para reconocerlo). Su coordinación, su histrionismo, la gestualidad y el manejo de su cuerpo, además de sus dotes para el baile lo convierten en parte tan importante de la cinta como los dos protagonistas.

Para algunos expertos, Singin' in the Rain no arrasó en los Oscars porque el año anterior otra producción musical lo había hecho (An American in Paris, también con Gene Kelly) llevándose seis estatuillas y la Academia consideró que debían premiar otra cosa. Pero, a pesar de ello, la película se convirtió en un clásico del cine y en una referencia para las producciones musicales de allí en adelante. Incluso hasta la contemporaneidad; por nombrar sólo una, si ven La La Land se evidencia la enorme deuda que tiene con Singin' in the Rain, a la que rindió tributo, entre muchas otras cintas clásicas. Por las actuaciones, la historia, el romance, la comedia, el momento en que se ambienta la trama y sobre todo, por sus secuencias de canto y baile, baladas, charleston, vals, tap, considero a este clásico del cine una película de 10/10 y una visita obligada a los amantes de la era dorada de Hollywood, o de las producciones musicales, o para los más jóvenes, si les gustó La La Land vean también Singin' in the Rain. ¿El mejor musical de todos los tiempos? tal vez. Hay que reconocerle el trabajo perfecto y el legado que dejó, pero aún me falta ver otras grandes producciones del género como para hacer una declaración tan categórica.