He estado en esa situación en más de una oportunidad. A veces el grosero es el conductor, a veces el pasajero; pero al cabo de unos segundos ya los dos están gritando. Aún cuando el conflicto se suscita por el dinero, en realidad el dinero es lo menos importante. Poca diferencia hace a estas alturas la mitad de un pasaje en una moneda tan devaluada. Es el orgullo el que se hiere. El pasajero exige su derecho legal de cancelar 50% de la tarifa; pero el conductor no responde sólo a ese pasajero en particular. Él a su vez ha sido víctima de otros pasajeros aprovechados que no pagan y al sentir que está siendo perjudicado reacciona en su defensa. ¿Qué falta? comprensión. ¿Qué requiere? cortesía (difícil recordarla en el atestado tráfico) y tiempo (que casi nadie tiene en este mundo de prisas). Una de esas veces, le dije al conductor, muy educadamente, que tenía razón, que se calmase y le pagué la diferencia del pasaje; luego me bajé con el señor mayor y le dije que él tenía razón. Cada quién obtuvo su parte; y es que, en cierta medida, ambos tenían razón. ¿Cómo debería responder el pasajero mediador? No lo sé, no hay una única respuesta posible, pero debe contribuir a solucionar el conflicto. ¿Como debería responder el grupo de pasajeros que fue testigo de todo lo sucedido? en mi caso, nadie dijo nada, pero los he visto elevar la voz para defender a uno u otro, generando mayor caos dentro de la unidad. Es lo último que se necesita en ese caso.
Un buen giro al tema de la tolerancia del #Reto12votos que nos hace implicarnos más con el análisis del término.
Saludos y gracias por compartir.