Sin importar tu origen o lugar de residencia, aunque no conozcas Chile, sí has oído hablar de Pablo Neruda (sobre todo si vives en Latinoamérica), uno de los poetas más aclamados de la literatura universal y uno de los dos Premios Nobel de Literatura que tiene el país austral, conjuntamente con Gabriela Mistral, otra poetisa, ¿es Chile una tierra poética?

Neruda en 1963

Bueno, Pablo Neruda amaba su patria; tanto así que llegó a tener tres casas en ella, todas convertidas hoy en museos: La Chascona en Santiago, la Casa de Isla Negra y La Sebastiana en la ciudad de Valparaíso, a un par de horas en bus de la capital chilena. Esta última tiene una locación y una distribución particular que llama muchísimo la atención, pero a Neruda le pareció tan disparatada que le encantó. Previamente le había dicho a sus amigas Sara Vial y Marie Martner que le consiguieran una casa en Valparaíso y la petición fue esta:

“Siento el cansancio de Santiago. Quiero hallar en Valparaíso una casita para vivir y escribir tranquilo. Tiene que poseer algunas condiciones. No puede estar ni muy arriba ni muy abajo. Debe ser solitaria, pero no en exceso. Vecinos, ojala invisibles. No deben verse ni escucharse. Original, pero no incómoda. Muy alada, pero firme. Ni muy grande ni muy chica. Lejos de todo pero cerca de la movilización. Independiente, pero con comercio cerca. Además tiene que ser muy barata ¿Crees que podré encontrar una casa así en Valparaíso?”

Exigente, ¿cierto? Bueno, a pesar de parecer casi imposible, las amigas del poeta dieron con una casa a medio construir que tenía cinco niveles y estaba llena de escaleras, así que Neruda la compró a medias con la escultora Marie Martner y su marido, el doctor Francisco Velasco. Estos últimos ocuparon las dos plantas inferiores y el poeta las tres de arriba.

La casa

Aunque el árbol obstaculiza un poco la visión del inmueble, se observa claramente que es una casa vertical con estancias no muy grandes, apiladas una encima de la otra. La distribución, como se conserva hoy en día, de las tres plantas superiores es la siguiente: a nivel del patio, el suelo, se encuentra la recepción; al subir las escaleras, nos topamos con un sala comedor amplia y un bar contiguo, lleno de ventanales y con una gran cantidad de objetos decorativos particulares, como una vaca de cerámica donde se preparaba y servía el ponche que disfrutaba el poeta junto a sus invitados, o un pájaro Corocoro rojo disecado, llevado desde Venezuela; justo encima se ubica el dormitorio con baño del poeta y podemos contemplar la cama en la que durmió. Al ingresar al museo, los encargados te indican que está prohibido tomar fotos del interior de la casa, pero que se pueden tomar fotos hacia afuera, desde las ventanas. A cada nivel que subía era imposible no embelesarme con la vista de la bahía que tiene el inmueble:

La vista, desde la habitación

¿No es como para escribir un poema, diez, cien, mil? De hecho, Neruda habla de esta vista en su poema El Mar, a mi parecer uno de los más hermosos que tocan el tema marino; dice:

“El Océano Pacífico se salía del mapa, no había donde ponerlo, era tan grande, desordenado y azul, que no cabía en ninguna parte. Por eso, lo dejaron frente a mi ventana”

El estudio de Pablo Neruda

Siguiendo con el recorrido de la casa, las últimas escaleras nos conducen a mi habitación favorita de toda la construcción: el estudio. La fotografía que acompaña este párrafo fue tomada por mí, violando la prohibición del museo (espero me perdonen) y por culpa de los nervios de la transgresión no quedó muy abierta, pero puede observarse la máquina de escribir de Pablo Neruda (!), algunos libros y su mesa de trabajo. Estando allí, pensé ¡Aquí se sentaba Neruda a escribir! Estar frente a ese escritorio, mirando el Pacífico colarse por la ventana, fue un momento mágico para mí, ¿a qué escritor no le gustaría sentarse en esa silla a invocar las musas? Fue por ello que no pude evitar traerme un souvenir visual de la habitación. Bueno, en realidad me traje dos. Fueron las únicas dos fotografías que tome del interior de la casa y aunque la adrenalina corría por mis venas al notar las cámaras de seguridad y pensé que me detendrían a la salida, mis consultas por internet me han excusado un poco porque he hallado decenas de fotografías que también han violado la prohibición. La otra foto del estudio es esta:

El cuarto de la poesía

Una de las cosas que más me gustó de este lugar es que no es sólo una casa en donde vivió un escritor, en este caso Neruda; se trata de una construcción que, si bien no fue cimentada o diseñada por él, fue adaptada, reformada y decorada a su gusto. En otras palabras, el poeta la hizo suya, logrando que la unión entre lugar y persona resulte indivisible en la memoria de quienes hemos tenido la dicha de visitarla. De hecho, él mismo la sentía tan suya que el primer verso de su poema A La Sebastiana dice: "Yo construí la casa".

Desde una ventana del comedor

La Sebastiana es uno de los mayores atractivos de la ciudad de Valparaíso, cuyas coloridas fachadas son famosas en todo el mundo, pero la considero una parada obligatoria para los amantes de la poesía, nerudianos o no, de las letras, de los libros, de la historia, pero sobre todo para los escritores. Seas poeta, cuentista, ensayista, novelista, redactor, blogger, cualquier tipo de escritura a la que te dediques, si pasas por Valpo, tienes que entrar a la casa de Neruda; allí, las letras viven en los objetos, en las paredes, los versos flotan en el aire, el océano entra en las habitaciones y las líneas se filtran a través de la piel... pudiera decirse que el fantasma de las musas habita allí. Para mayor información sobre este lugar, horarios, tarifas y curiosidades, pueden visitar el sitio oficial Casa Museo La Sebastiana, pero en cuanto tengan la oportunidad, acudan a Valparaíso, entren en la casa, suban las escaleras y contemplen el Pacífico, tal cual como se lo dejaron a Pablo Neruda frente a su ventana. La mera vista es poesía.

Reseñado por @cristiancaicedo

Excepto cuando está indicada la fuente, las demás fotografías fueron tomadas por mí con mi teléfono móvil

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