Cuánta tierra necesita un hombre (relato): el mejor cuento jamás escrito.

in #spanish6 years ago

Una pieza fundamental de Tolstói

Lev Tolstoi, célebre escritor ruso, autor de dos obras capitales de la literatura universal como lo son Ana Karenina y Guerra y Paz, fue también un maestro del relato corto. Muchos le critican el hecho de que, en sus últimos años, haya comenzado a escribir relatos y novelas moralistas y religiosos, más cercanos a las parábolas de la biblia que a sus aclamadas novelas. Es cierto que fue incurriendo más y más en incluir esos aspectos dentro de sus creaciones literarias, pero eso no le resta méritos como escritor. Creía en algo y empleaba el medio en el cual mejor se desempeñaba, la escritura, para dar a conocer sus creencias.
Según el prestigioso escritor James Joyce, “Cuánta tierra necesita un hombre” de Tolstói es el mejor cuento jamás escrito, y la fama del relato le ha valido múltiples ediciones y adaptaciones a novela gráfica en diferentes editoriales, como las de las imágenes que están presentes en este post. Si desean leer primero el relato, acá dejo un enlace:

Cuánta tierra necesita un hombre – Lev Tolstói

El relato tiene una trama sencilla. Comienza con una mujer citadina que decide visitar a su hermana, quien vive en el campo. Aparece la contraposición de la vida de la ciudad a la vida rural. Ambas hermanas critican la vida que lleva la otra. En el campo no hay teatros, carrozas, etc; pero la vida campesina es más larga y modesta. La hermana campesina sentencia:

“Nunca seremos ricos, pero siempre tendremos que comer.”

Y además lanza una frase clave para el desarrollo de la trama, cuando dice que en la ciudad: “…el demonio puede tentar a tu marido con las cartas, el vino o una hermosa mujer”. Ella, la campesina, se siente a salvo de las tentaciones del demonio porque vive modestamente en el campo, alejada de toda modernidad. ¡Cuán equivocada está! La tentación les alcanzará allí. Pajom, el protagonista del relato y esposo de la campesina, quien está de acuerdo con su mujer, añade una reflexión de inconformidad:

“¡La única pena es que disponemos de poca tierra!”

He ahí la semilla de la ambición. A pesar de reconocer que llevan una vida tranquila, Pajom se lamenta de tener poca tierra. Desea tener más. Y el Diablo, que había estado escuchando la conversación, se la entregará. Tolstói plantea que la debilidad, la inclinación a pecar, ya está presente en el hombre, pero es el demonio quien lo corrompe, quien lo empuja, alejándolo de Dios. Es decir, el Diablo lo tienta, es cierto, pero ya existía una condición anterior a la avaricia de Pajom: su inconformidad.
Disfrazado de diferentes avatares, el Diablo se le va apareciendo a Pajom para mostrarle negocios en los que cada vez puede obtener más y más tierras a menor precio, hasta que llega al sueño de cualquier hombre codicioso: puede tener toda la tierra que quiera. Le ofrecen obtener toda la tierra que pueda recorrer en un día.

La noche antes de trazar su terreno, Pajom tiene un sueño que le anticipa su final. Es una advertencia ¿un mensaje divino? ¿tiene Pajom el don de la profecía? ¿acaso, el subconsciente de Pajom intenta prevenirlo del peligro que le espera? No importa cuál sea el origen de ese sueño, psicoanalítico o divino, porque Pajom desatiende la advertencia. Representa al hombre ignorando la razón, separándose de Dios y de lo que es bueno. Ha caído en la tentación del maligno y se ha condenado a la perdición. Ya no hay posibilidad de retorno.

Mientras recorre las tierras, Pajom dice “Este lugar es muy bueno y da pena dejarlo. Cuánto más avanzas, mejor es”, él mismo justifica su avidez, haciendo ver que sería lamentable desperdiciar la oportunidad. Lo correcto, para él, es seguir. Igual que el jugador que juega una mano más, o el borracho que pide otra botella. Al inicio del relato, necesitaba más tierras porque tenía poca pero ahora que tiene muchísima, no se trata de que las necesite, sino de que las desea tener.

El final del relato, digno de Edgar A. Poe, lanza una moraleja aleccionadora: la avaricia, el pecado, puede matar. Una muerte, no sólo física, sino también espiritual porque hacia el final del día (de la vida) se da cuenta que ha vivido en vano, se ha perdido.

La fluidez de la prosa de Tostói, combinada con el tratamiento que le da a las pasiones humanas, hacen de este relato una joya coleccionable dentro de la historia de la narrativa breve; y además deja una moraleja, una denuncia sobre cómo la avaricia obnubila completamente la razón y los sentidos. En su deseo de poseer más y más tierras, Pajom perdió de vista la verdad: que un hombre sólo necesita la tierra de su sepultura.

Reseñado por @cristiancaicedo


Otros posts que pueden interesarte:

El mundo del cine: ¿la industria ha devorado al arte?
Fresas salvajes (Película): la retrospectiva final
Un verano con Monika (Película): mi primer encuentro con Ingmar Bergman
Searching (Película): el lado oscuro de la red
"Adiós al tren" (Poema original): el dolor de la despedida
"Confeso" (Poema original): sentimientos desbordados
Sort:  

Congratulations @cristiancaicedo! You have completed the following achievement on the Steem blockchain and have been rewarded with new badge(s) :

You published a post every day of the week

Click here to view your Board of Honor
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word STOP

To support your work, I also upvoted your post!

You can upvote this notification to help all Steemit users. Learn why here!

Coin Marketplace

STEEM 0.18
TRX 0.13
JST 0.028
BTC 57184.88
ETH 3097.33
USDT 1.00
SBD 2.41