En la película Sleepless in Seattle de 1.993, protagonizada por Tom Hanks y Meg Ryan y una de las mejores historias románticas de las últimas décadas, hay una escena en la que Annie Reed (Meg Ryan) ve otra película, la icónica An affair to remember y de allí toma la idea de sugerir una cita en la cima del Empire State Building. Casi podría asegurar que no es la única referencia que tengo de ese clásico del cine, pero al no poder citar otra con exactitud, tomaré esta como la que me hizo querer ver la cinta.

An affair to remember, traducida al español como Algo para recordar o algunas veces sólo Tú y yo es una película de 1.957 dirigida por Leo McCarey y protagonizada por Cary Grant y Deborah Kerr. No conocía el trabajo de ninguno de estos protagonistas, así que este fue mi primer contacto con su evidente talento. La película, co-escrita por el mismo McCarey, cuenta la historia de amor entre Nickie Ferrante (Grant) y Terry McKay (Kerr). Nick es un famoso playboy que, como se muestra al inicio de la cinta, acaba de comprometerse en matrimonio con Lois Clark, una acaudalada mujer. La noticia es tan impactante que las primeras secuencias de la cinta son broadcastings alrededor del mundo anunciando el compromiso en diferentes idiomas. De allí, de las miradas de las demás mujeres y de su primer encuentro con Terry, podemos darnos cuenta de que Nick es un verdadero mujeriego. Además, la confirmación sale de sus propios labios cuando dice a un hombre que lo invita a jugar cartas "I cheat. It's an addiction". Aún cuando en la frase, el verbo cheat va más referido a hacer trampa, también significa engañar en el sentido romántico, por lo que el juego de palabras refleja la naturaleza seductora del playboy.

Para cerrar el compromiso, Ferrante viaja en barco a Nueva York y a bordo de la nave conoce a Terry McKay, una hermosa cantante que, aunque no se ha comprometido, tiene un novio que la espera en los Estados Unidos. Apenado al enterarse de ello y de la firmeza del carácter de Terry, Ferrante le pide que le acompañe a cenar porque se aburre en el barco. Ella es diferente y la conversación es estimulante, así que él quiere pasar tiempo con ella. Terry lo duda, pero acepta. Después de todo, sabe (o cree saber) qué clase de hombre es Nick y no piensa caer en su juego. Pero poco a poco, ambos comienzan a descubrir en el otro, mucho más que una cara bonita. En una franca conversación, Nick dice a Terry que él idealiza a las mujeres, colocándolas en un pedestal muy alto del que van cayendo a medida que él las va conociendo y por eso se aburre de una al conocer a otra. No soporto la monotonía confiesa más adelante.

Terry estudió música, letras, arte, es una mujer refinada (aunque no es millonaria) y por supuesto es atractiva. Nick es un seductor, pero también un hombre sensible, solía pintar en el pasado, así que su cinismo esconde un talentoso artista. Sus estimulantes conversaciones, cargadas de un sarcasmo no exento de coqueteo, el pasar tanto tiempo juntos y el descubrimiento de estos seres que van más allá de lo que habían visto en un principio, acaba por hacer surgir el amor entre los dos. Pero ¿qué hacer ahora? Ferrante está comprometido y Terry tiene novio. Deben fidelidad a sus parejas; además, las personas en el barco han comenzado a hablar de lo inapropiado que es que pasen tanto tiempo juntos. Sin embargo, una duda los corroe ¿a qué deben mayor fidelidad? ¿a sus respectivas parejas que si bien quieren, no aman con tanta fuerza? ¿a los compromisos establecidos? ¿a la palabra? ¿a la moral? ¿a las normas? ¿o al amor que han descubierto ahora, ese amor que se encuentra, con suerte, una sola vez en la vida? "Seríamos tontos si dejásemos pasar la felicidad" dice Ferrante.

Los amantes no se engañan, pero tampoco se desesperan. Saben que pueden tener un futuro grandioso juntos pero deben hacer otras cosas primero. Antes de bajar del barco, ambos hacen un pacto: encontrarse dentro de seis meses, el 1º de Julio a las cinco de la tarde en la cima del Empire State Building. ¿Por qué dentro de seis meses? porque necesitan tiempo para dejar a sus parejas, tomar cada uno su rumbo, trabajar (los dos tenían parejas acaudaladas, pero ellos no lo son), ver si siguen sintiendo lo mismo al cabo de ese tiempo y en el caso de Nik, porque quiere cambiar y ser digno de proponerle matrimonio a Terry ¿no es lo más romántico que un ex casanova podría decir? el tiempo pasa, Nick se dedica a pintar y Terry a cantar; la vida es algo difícil pero todo parece salir bien y la fecha se acerca. El día llega. Él la espera en la cima. Ella baja de un taxi, con los ojos puestos en el piso 102 del Empire State y entonces... escuchamos un frenazo, un golpe, un grito. Terry ha sido arrollada por un automóvil.

Nick esperó hasta el final de la noche pero al no verla aparecer y al no haber previsto esa posibilidad, toma su ausencia como una señal de rompimiento, así que no la busca. Por su parte, Terry tampoco lo busca por una razón: está inválida. No puede caminar y no puede costear su recuperación. No sabe si Nick podrá o querrá y no quiere buscarlo para ello. Muchas cosas pasan en sus vidas y por sus cabezas hasta la escena final, una de las más dramáticas que recuerdo de la historia del cine, en la que Nick finalmente la visita en su apartamento. Él entra con la intención de reclamar. Ella sentada en el sofá, con una manta sobre las piernas, oculta su secreto ¿le dirá? ¿hay esperanzas? ¿tendrán una oportunidad de ser felices? ¿o la felicidad la ha quebrado aquel automóvil que arrolló a Terry? ¿es ese un castigo por haber sido infieles? ¿o es simplemente que la vida no está hecha para complacernos?

La escena final

Fotografía, vestuario, montaje, guión, dirección, actuaciones de buen nivel y una banda sonora con un tema central muy hermoso, titulado igual que la película, se conjugan para forjar una historia memorable, romántica, dramática, trágica y uno de los clásicos más recordados de Hollywood. La herencia con Sleepless in Seattle es evidente, pero también sirvió de referencia e inspiración a historias posteriores en el cine y la televisión. Le otorgo 7/10 puntos a este trágico romance que reflexiona sobre el amor, la fidelidad, las artes, la vida, la muerte, la familia, el pasado, las promesas, la constancia, entre tantas otras cosas; y la recomiendo a todos los fanáticos del buen cine, especialmente a los amantes del Hollywood clásico.