La noche del 24 de Septiembre del año 2016 a la 23:00Hs Iván iba a ver a su novia y Ezequiel su amigo lo acompañaba unas cuadras. Cuando súbitamente fueron interceptados por un grupo de agentes de la violenta Policía Federal que luego de golpearlos “Una práctica habitual en el barrio” –Recalco la víctima- se apropiaron del teléfono celular de Ivan, que nunca pudo recuperarlo. Luego de los golpes, insultos y humillaciones, los prefectos los separaron e hicieron un tenebroso simulacro de fusilamiento. Le dijeron a Ivan que habían asesinado a su compañero y lo llevaron a la orilla del Riachuelo y le dijeron que se tirara al río. Un tenebroso deja vu de lo ocurrido en Septiembre de 2002 donde un menor de edad murió ahogado por orden de la policía.

     Las victimas comenzaron un proceso para denunciar estas prácticas oscuras de parte de quienes se llaman servidores públicos. Seis prefectos fueron condenados a prisión. La respuesta de la prefectura fue contundente y mafiosa como de película. Balearon la casa de Iván éste sábado, un vecino periodista de un medio independiente, filmó la escena, lo que hizo que prefectura invada la propiedad de quien estaba cometiendo el impúdico delito de filmar su crimen. Había varias viviendas donde entraron los efectivos, al grito de “chupen a cualquiera chupen a cualquiera” un allanamiento sumamente violento, incluyo la golpiza de un menor de edad y de un habitante que quiso filmar el hecho. Cuando la madre preguntó porque le pegaban a su sobrino, le dijeron “cállate puta” la agarraron del cuello y la increparon “Negra! Bocona!” y el agresor uniformado comenzó a manosearle las tetas. Cuando Roque (el fotógrafo y hermano de la mujer) quiso fotografiar el hecho y lo golpearon salvajemente, después lo apresaron hasta que declare en el juzgado 29 a cargo de Karina Rodriguez, quien tomó como válida la versión de prefectura. Se los acusa de robo, en su propio domicilio.

     Argentina tiene una historia tristísima en cuanto se refiere a la reputación de sus fuerzas de orden interno. Desgraciadamente, no estamos hablando "de algunas manzanas podridas. Sino que tiene niveles de gravedad superiores. Desde la "liberación" de zonas practica que consta de vaciar todos los recursos de seguridad de una locación para enviar ladrones con quienes luego dividen el botín. Llegando al colmo de la ridiculez, en donde en una época, liberar por izquierda a criminales encarcelados que cumplían condena para enviarlo a estas zonas. Tenía sentido, utilizar a personas que viven de los crímenes para enviarlos a zonas previamente preparadas para “el trabajo” luego dividir suculentas ganancias.

     Pero como a veces, ser parte de una organización de robos no es suficiente cuando tienes tanto poder. La policía, gendarmería y policía naval, tienen un triste historial de casos de violencia, torturas, extorsión, racismo e incluso abusos sexuales. Porque siempre se puede caer más bajo.

     Detesto poner en la misma categoría a quienes tienen legítimos sueños de proteger y servir al ciudadano. Lamento si sienten que me refiero a ustedes. Hay gente bien nacida seguramente, pero se diluyen en una red de mafia que escapa a la imaginación y nos coloca en el borde de la ficción.