El tata contaba esta historia mejor que yo. Pero aun así debo transmitirla. En el año 2150 se descubrió la fusión fría, energía infinita de bajo costo. Aun así, las condiciones de vida del ciudadano promedio eran miserables. La explotación era evidente, humillación y servidumbre por sueldos que apenas cubrían las necesidades básicas.
          La sociedad al unísono se rebeló contra la realeza iluminada que desde las sombras manejaban la economía, política, medios y tierras. Los primeros años, policía, mercenarios y los ejércitos protegieron al tambaleante sistema ante la creciente ola de manifestantes. Constantes como un rio contra las rocas, los revolucionarios desgastaron las defensas del sistema neo feudal.
          Los rebeldes habían terminado su lucha, simplemente ignorando a los opresores vencidos. El velo, tejido laboriosamente por las celebridades de la tv se desvaneció. Los bancos cerrados hace años estaban llenos de grafitis, nadie los robaba, ni querían el dinero que celosamente albergaban. En las ruinas de la antigua opulencia, fueron armando una nueva sociedad dividida en pequeñas células independientes pero con la paz y organización como estandarte. Creyeron que los reyes sin reino habían encerrado sus almas miserables en sus oscuras mansiones. El contraataque fue sorpresivo, aplastante. Miles de misiles partieron el firmamento con sus gruesas estelas, cada área densamente poblada fue aplastada bajo un hongo radiactivo. Millones de toneladas de polvo se elevaron hacia el cielo. Hace 70 años que esto flota en la atmósfera, se cuenta que el cielo era azul.