La magnitud y diversidad que ofrece esta ciudad indudablemente va asociada a la larga e interesante historia que la envuelve, desde sus antiguos nombres de Bizancio y Constantinopla, pasando por ser capital del imperio romano y del imperio otomano, hasta su esplèndido valor artìstico que junto a su ubicaciòn en el Bòsforo, la lleva a ser una de las ciudades màs bellas del mundo, tal y como se aprecia en tus recorridos.

Ya el solo hecho de saber que estàs visitando una ciudad transcontinental, que son muy pocas en el mundo, genera una emociòn tremenda y luego le sumas el hecho de que tienes que cruzar ese estrecho de Estambul, para poder llegar al otro continente, lo hace todavìa màs interesante y lo màs llamativo, tal y como lo recojo, de tu descripciòn, es que al cambiar de continente estando dentro de la misma ciudad, se genera un cambio dràstico en las costumbres y tradiciones; pues yo la llamarìa la ciudad del alto contraste que se mueve entre el bullicio y la modernidad, tal como lo muestra el Marmaray, y la tranquilidad y espiritualidad que proviene de sus raìces, de su historia y de su gente.

Saludos @jduarte y gracias por hacernos aprender y conocer a través de tus posts, además de despertar la motivación para investigar un poco màs sobre los sitios que recorres.