El esplendor del imperio persa

Cuando el imperio asirio sucumbió ante las fuerzas caldeas y medasen el siglo VII a.c; las zonas de Mesopotamia, Siria, Palestina y Egipto pasaron a ser dominadas por cuatros grandes potencias: medos, babilónicos, lidios y egipcios. Los primeros de ellos y en especial los soberanos aqueménidas que les sucedieron, consiguieron edificar un imperio, que habría de dominar a todos los demás el imperio persa.

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Vamos a revivir ese momento bajo el reinado de Astiages 550 a. j; sucesor del rey medo Ciaxares y heredero de un reino que abarca toda Anatolia y parte de Irán, Ciro II hijo de Cambises, príncipe de la casa de los aqueménidas se rebeló contra los medos y tomo el poder, no obstante, los medos continuaron vinculados a sectores elitistas. Ciro II fue el verdadero creador del imperio persa, inicio su brillante reinado atacando a los lidios y tras su victoria todas las ciudades griegas de Asías menor, ante bajo el dominio lidio pasaron a estar bajo el control directo de los persas.

En el año 539 a.j; Ciro II sometió también al imperio neobabilónico, luego paso al trono su hijo Cambise II (521-528 a.j.), quien inicio la conquista de Egipto la intriga palaciega y un oscuro asunto sobre el misterioso suplantador de Bardiya precipitaron la subida al poder Darío I, príncipe aqueménida y general del ejército de Cambise, el nuevo monarca sofocó la rebelión que estalló en diversas provincias del imperio. Se iniciaron una series de campañas, para ampliar su extensión en la ocupación del norte de la india y ataque a los escitas en Helesponto, sin embargo su gran ambición fue hacerse con los dominios de Grecia, el cual la empresa interrumpida por la derrota del Maratón en 490 a.j.

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A horas tenemos amigos lectores a Jerjes I (465-486), continuo los esfuerzos por invadir Grecia pero fue en la batalla de Salamina, cuya derrota a la que hay que unir las de Platea, Tebas y Micala, que marcaron el fin del dominio persa en tierra griega, en cuanto los tres monarcas siguiente Artajerjes I, Jerjes II Y Darío II, se vieron implicados en la guerra del Peloponeso y fluctuaron en sus alianza con Atenas y Esparta para asegurar la estabilidad de un imperio cada vez más frágil. Artajerjes II (358-404 a.j.) protagonizó un reinado lleno de dificultades por los conflictos por Esparta, la independencia de Egipto, el cual el enfrentamiento familiares y rebeliones de diversos sátrapas.

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Recupero el dominio sobre Egipto, pero las revueltas internas y el ascenso de Felipe II de a demostraron la precariedad del imperio, el poco reinado de Arse (336-338 a.j.) fue sucedido por el Darío III (330-336 a.j.) que tras de ser derrotado por Alejandro Magno en la batalla de Gaugamela, fue asesinado mientras las tropas macedónicas conquistaban el imperio. Por otro lado hay que considerar lo bajo de los medos y los soberanos aqueménidas, en donde se edificó el imperio persa tras conseguir el dominio de gran parte de cercano oriente y alcanzar el control de Asia menor, incluyendo también una zona norte de la India, la construcción de persépolis en Irán, la capital del imperio se produjo en pleno periodo aqueménida.

Darío I el grande el rey de Persia, accedió al trono tras haber asesinado a Bardiya el hijo de Ciro y hermano de Cambise, el magnicidio se justifico aduciendo, que el mago Gaumataca había suplantado la personalidad de Bardiya y usurpado el poder, pero la acción de Darío, legitimada también por su condición de príncipe de aqueménida, fue acogida con recelo por diversas provincias del imperio, que trataron de independizarse sin éxito. Darío destaco por su acoso a los escitas, el control de Tracia y Macedonia y el inicio de las primeras campañas contra los griegos en suelo europeo, también fue un gran administrador, de tal forma que mejoró el sistema de satrapías, el cual promociono el comercio, a parte estandarizo la moneda y unidades e pesos, se esfuerzo por hacer realidad la coexistencia de los múltiples pueblos, que integraban el imperio en especial en materia religiosa, por ultimo sus logros como promotor de obras arquitectónicas pueden verse aun en los restos de Persépolis y Susa.

Bibliografía

El primer Imperio Persa por Miguel V. Avalos - 1906.

El gran rey de Persia por Manel García Sánchez - 2009.