Una de las cosas más difíciles también para las personas mayores es que se les aparte de las actividades cotidianas, que no se les escuche o se les tome en cuenta en las decisiones, pero eso también depende de cada uno y cómo llevó siempre su vida. Conocí una señora de 94 años y me sorprendió ver su vitalidad, la pose erguida, la voz fuerte, echadora de broma; ella seguía siendo quien daba las órdenes en su casa y todos le respetaban sus decisiones, mientras que hay otros que a los cincuenta años ya se sienten viejos y se rinden.
Este tema es muy interesante y da para debatir muchas cosas. Saludos.