Como empezé el negocio teniendo 16 años + fotos personales

Mientras viajando en un país extranjero, paso muchas horas en las tienditas de recuerdos adorables. Me fascina la sobrecarga del encanto, las imágenes bonitos de los lugares famosos, la artesanía local que agradablemente refleja la vida de la gente, las delicias tradicionales y los olores tan misteriosos y atractivos que cada de esas tienditas tiene.

4 años atrás (cuando era 16) durante una tarde fría de octubre, me fui a buscar un regalito para los amigos míos de Portugal. Paraba enfrente de cada uno y de todos los comercios que había en la ciudad, viéndolos como una niña chiquitita con un deseo de "comer" con mis ojos todo lo que tenga y comprobar si tiene algo que valga la pena para entrar. Los comercios en Vilnius, la capital de Lituania, estaban llenos de joyería de ámbar, tazas, cuadernos y bolígrafos, además tenían unas cuantas pulseras hechas de plástico... No puedo quejarme de lleno lo que eran. Ellos guardaban la selección bastante amplia, pero no tenían esta una cosita chiquitita que yo tanto buscaba (en aquel momento no sabía que era) que mostrara mi simpatía para ellos perfectamente y les recordaran sobre su visita en Lituania unos años atrás.

(fuente)

Sin embargo, mi búsqueda era un fracaso. Esa tarde regresé a la casa con nada en mi mochila pensando que es imposible que las tiendas de recuerdos tengan tantas cosas pero al mismo momento no tengan nada. La mañana siguiente me desperté con una idea de regalar las pulseritas para mis portugueses. Aquel momento en Portugal había esta moda de adornar a las muñecas con varios trozos de cuero y abolorios. Las pulseras que vi en las tiendas eran el resultado de la producción a gran escala, ellas eran Okey pero les faltaban una característica imprescindible- EL AMOR que puede ser incorporada a una obra solamente son las manos humanos (perdón a todas las máquinas).

(fuente)

A mi siempre me interesaba la artesanía: la costura, el tejido, el ganchillo... Mis manitos eran acostumbradas a los hilos y este material era una con las que me sentí muy bien trabajando. No hay ningúna sorpresa que decidí hacer las pulseras a mis amigos mi misma. El mismo tarde hice 2 pulseras de amistad que llevaban un ornamento nacional de tres colores como en la bandera de Lituania y cada de ellas eran hecha de casi 900 nudos. Los resultados eran satisfactorios y las pulseras las envié a Portugal. Estaba muy feliz de lo que bonito me salio y hice unas pulseras más que después mostré a mis amigos. Ellos las compraron al instante. 

La manera como mis amigos y los portugueses aprobaron mis pulseras me di cuenta que quizás sea una buena idea ofrecerlas a un publico más amplio. No pasó mucho tiempo que creí mi propia pagina de negocio en Facebook y ebay.com y empezé a venderlas. Mi hermano me ayudó creando un nuevo logo y cover. Al mismo tiempo, estuve pensando en el paquete a donde poner mis pulseritas. Después de unas docenas de cartón roto, inventé una cajita chiquitita.

 

No tenía que ponderar sobre el nombre del negocio mucho. La idea del nombre KNITA FRIENDA es que uno que está regalando o haciendo una pulserita, en alguna manera, "teje un amigo" (eng. knit a friend), se hace amigo. Claro, tenía que añadir algo más para un sonido más elegante y así la letra A funcionó muy bien. Mi sueño vender las pulseras patrióticas hechas con el AMOR que ninguna otra tienda en Lituania lo estuvo haciendo, se cumplió cuando tenía 16 años. Mi negocio hacía bien del primer día, recibí muchas entregas y estaba feliz de poder enviarlas a los lituanos que vivían en Lituania y en el extranjero, a los extranjeros también. Mis pulseritas están llevadas puesto en Lituania, Portugal, Turquía, Brasil, México, Rusia, EEUU, Argentina, España, Alemania, Italia y Inglaterra.

Esta foto fue mandada por un cliente español que compró 2 pulseras para su novia lituana. 

Todo este tiempo estuve trabajando sola porque no había a nadie quien tenga tanta paciencia haciendo miles de nudos amarillos, verdes y rojos cada día. Ni quien este feliz e interesando en hacerlo. No les voy a mentir, a veces era muy difícil pero todo el trabajo duro se pagaba con los comentarios aplastantes de las personas que sentían el amor de ellas. Un año después, una compañía de recuerdos grande en Lituania me invitó a participar en su proyecto vendiendo mis pulseras. Me sentí en el cielo! 

Déjenme confesarles que nunca quería ganar millones de Knita Frienda, todo era solamente una idea linda para compartirse el amor patriótico y la amistad en todo el mundo. Como trabajaba sola, muy pronto todo el negocio convirtió en una rutina de trabajo y no me sentí un placer haciéndolo. Era tiempo complicado. Estuve manteniendo Knita Frienda 3 años hasta que decidí cerrarlo. Me sentí hecho polvo y sentí que ya no era algo que me interesaba continuar. No estoy segura si algún día Knita Frienda vuelva, pero sin duda era una experiencia inolvidable tener el negocio propio (aunque chico) teniendo 16 años!  

Quedaba unas 7 pulseras patrióticas para las situaciones de emergencia cuales usé signitificamente para regalar a las personas que conocí en las partes distintas del mundo. Las personas quien las tienen eran y todavía son muy importantes para mi. A todos ellos solía a contar esta historia: 

Cada pulsera tiene un sueño dentro. Cuando uno te pone la pulsera de amistad en la muñeca, tienes que hacer un sueño. El nudo que ata la pulsera es el lugar donde el sueño esta encerrado. La única manera de liberarlo es nunca quitársela y dejar para que este raído y se caiga por si misma. A ese momento el sueño será liberado...