Yo me declaro un carnivoro irredento, pero eso no me impide comprender a quienes optan por una vida sin carne, hay personas a quienes incluso la dieta con carne no les hace bien, y cuando se vuelven vegetarianos mejoran física e incluso anímicamente, esto lo he podido comprobar con una compañera de trabajo, que probó el ser vegetariana por mera curiosidad, y eso le cambió la vida.

A nivel personal, salvo que tu propio organismo te haga ver que no funciona bien con carne, considero que es algo que deber ser parte de nuestra dieta, ya que somos omnívoros, así fue que evolucionamos como especie, lo que tampoco obliga a que sigamos así, por supuesto, hay otras maneras de obtener lo que de manera natural nos da la carne.

Incluso entre aquellos que no podemos vivir sin carne hay niveles, yo la como pero de manera moderada, conozco gente que la come como si fuera lo único en su dieta. Pero regresando a lo que compartes en tu post, nos dices que tu interés por ser vegetariana surge al conocer como es la industria cárnica, el mal trato que reciben los animales durante su crianza y peor aún al ser sacrificados para consumo humano. Yo he presenciado esto a metros de distancia, y peor aún grabarlo en video como parte de un trabajo, y es de las experiencias más impactantes que he tenido, el miedo que transmiten estos animales al ser sacrificados se siente, duele presenciar como son sacrificados, destazados y colgados de ganchos.

Sin embargo, la industria cárnica no es la única a la que podemos cuestionar cosas. La industria de los vegetales, la agricultura, también tiene cola que le pisen, y no digo esto por no ser vegetariano, son simplemente hechos. El monocultivo, el uso de químicos y pesticidas, y la modificación genética de granos y vegetales, y su impacto en el ecosistema de muchas partes del mundo es también una realidad preocupante, la alarma por la desaparición paulatina de las abejas, es un ejemplo de estas consecuencias.

Otro impacto negativo es la explotación que sufren los campesinos por parte de las grandes distribuidoras de alimentos, y cadenas de supermercados. Les pagan precios ínfimos por su producto, por sus horas y horas de esfuerzo, y en muchas ocasiones solo les pagan lo que se vende, los impactos en la economía y nivel de vida de esta personas en tan grande, que a veces prefieren regalar su cosecha que dársela a estas empresas.

Si lo que quieres es no ser parte de las injusticias e impactos negativos generados por la industria de los alimentos en general, hay algo muy sencillo que puedes hacer: ser un comprador más responsable, y no digo con esto que seas una irresponsable, sino que hay que invertir un poco más de tiempo al momento de comprar para ver que no estamos apoyando sin querer a quienes hay llevado a la industria de los alimentos a este punto.

Puedes checar bien la información de los productos que comprar, por ejemplo si compras atún, comprobar que la marca que compras no haya matado delfines y otros cetáceos con sus redes, al momento de pescar los atunes, pero si se trata de peces en general lo mejor será consumir solo aquellos que sabemos que no están sobre explotados o en peligros de extinción, o mejor aún asegurarse que provengan de granjas de acuacultura donde se crie a los peces de manera correcta... aunque también sobre este tema podríamos charlar un rato desde diferente aristas.

Otro opción es comprar solo a productores locales, en los mercados de barrio en vez de los supermercados. Los productores locales por lo general no usan tantos químicos, y hay quienes incluso hacen cultivos de manera orgánica, totalmente sin químicos. Al hacer esto beneficias la economía local y comes de manera más sana.

El ser un comprador más responsable, implica una inversión de tiempo y en ocasiones gastar un poco más, pero creo que vale la pena.

Pero bueno, creo que ya me he extendido demasiado, espero alguna de estas observaciones y comentarios te sean de utilidad. Saludos desde México.