¿Se acuerdan que cuando éramos niños?, siempre nuestros padres o representantes nos recordaban algunas palabras que debemos decir, si alguien nos daba algo, entonces se nos decía: ¡se dice gracias, dele las gracias a la señora!, si pedíamos algo, ¡se dice por favor!, ¿Cómo es?, cuando alguien nos agradecía alguna acción se nos enseñaba a decir: de nada.

Estas palabras comienzan a formar parte de nuestro vocabulario, tanto que la mayoría de las veces, se dicen a modo inconsciente (solo por cortesía), y a medida que pasa el tiempo se van dejando de usar, lamentablemente llega un momento en la vida, en que estas palabras, las más usadas en el mundo, van perdiendo su significado.

Que mejor que recordar lo importante de estas frases en nuestras vidas, veamos un vistazo breve y recordemos lo valioso y necesario de dar las gracias...

Gracias

Cuando niños aprendemos a dar las “gracias” por compromiso, a medida que vamos creciendo vamos entendiendo lo maravilloso que es ser agradecido en la vida, incluso de pequeñas cosas que nos den o nos pasen a diario.

¿Por qué ser agradecido? Por la salud, cuando damos las gracias nuestro cuerpo se relaja, contribuye a la estabilidad emocional y contribuye a mantener un buen sistema inmunológico; para reconocer el esfuerzo de los demás, cuando damos las gracias de manera sincera quien nos escucha se sentirá bien, y estará dispuesto a seguir siendo cordial y amistoso con nosotros.

Cuando no usamos el “gracias” comenzamos a generar ansiedad e insatisfacción en nuestras vidas, las personas que nos rodean sentirán que no valoramos sus esfuerzos y poco a poco perderemos verdaderas amistades.

Podemos mostrar gratitud en cada momento, al despertar, al comer; a las personas que hacen cosas por nosotros, a quien cocina, limpia, maneja, abre la puerta, lava la ropa, hizo un favor; debemos ser agradecidos cuando recibimos un encomio o alago, incluso por cosas pequeñas e insignificantes; siempre debemos mostrar agradecimiento a los seres más importantes para nosotros, nuestra pareja, hijos o padres, si nuestro circulo cercano está al tanto que valoramos y apreciamos todo lo que hacen, se fortalecerá esa relación.

"El agradecimiento es la memoria del corazón"

Lao-tsé (570-490 a.C.). Filósofo taoísta