Una mentalidad positiva fortalece tu trabajo y tu salud

Cuando adoptamos una mentalidad positiva, estamos adquiriendo buena salud y un buen desempeño en el trabajo. El pensamiento positivo ayuda a ambos, mientras que el pensamiento negativo puede ser poco práctico y perjudicial para nuestra vida cotidiana.

El pensamiento positivo puede aumentar nuestro rendimiento. Todos cometemos errores, pero cuando nos enfocamos en esos errores y los atribuimos a deficiencias personales o factores que están fuera de nuestro control, pueden obstaculizar nuestro desempeño.

Por otro lado, el pensamiento positivo puede mantener alta la energía y la creatividad y hace énfasis en los buenos sentimientos y el potencial positivo, que nos ayuda a resolver problemas y tomar decisiones. Es la base de la inspiración sobre la cual desarrollamos nuestras habilidades.

Aunque ser positivo y productivo en el trabajo es importante, es sumamente importante ser positivo en nuestra vida cotidiana, ya que puede tener un efecto importante en nuestra salud: depresión, angustia, entre otros.

Sería falso decirle a alguien que solo sea positivo, ya que es más fácil decirlo que hacerlo. Claro, algunas personas pueden tener una inclinación natural hacia lo positivo; pero desgraciadamente, nosotros procesamos las cosas positivas y negativas de manera muy diferente y la información negativa se procesa con mucho más detalle. Los malos sentimientos y los recuerdos tienen un impacto muy fuerte y una impresión más duradera que lo positivo.

Una forma es identificar la negatividad como tal. Si te encuentras en un tren de pensamientos negativos conducidos por tu voz interior, detén lo que estás haciendo y aísla esa negatividad. Tómese un tiempo para concentrarse en las cosas buenas de su día o semana. Sabemos lo insidioso que puede ser el pensamiento negativo, por lo que combatirlo con buenos pensamientos, planes futuros emocionantes y recuerdos que produzcan emociones positivas puede hacer de mucho.