Notas críticas 6 / Yo, tú, él en el discurso narrativo
Yo, tú, él en el discurso narrativo
Un enunciado narrativo, como cualquier otro, se dirige a un destinatario. Ahora bien, ese destinatariopuede plantearse en el texto como un elemento extratextual (se dirige al universo de los lectores empíricos), con lo cual lo ubica a una distancia determinada o no del universo representado, o ese destinatario puede plantearse como un narratario (cuya persona se incluye como un elemento intratextual). En el primer caso, el hablante se expresa, usando marcas lingüísticas que lo identificancomo productor del discurso o puede optar por hacerlas muy discretas; en el segundo, el hablante crea en su discurso una figura representadora del destinatario que puede incluir el universo general de los lectores (“Desocupado lector”, p.e.) o puede plantearse como un sujeto interno al enunciado al que supuestamente va dirigido el relato (la destinataria de “Carta a una señorita en París” (1951), de Julio Cortázar). En ambos casos, los límites ontológicos del texto juegan un papel sustancial. El yo del enunciado (yo es quien lo produce), se opone a un tú intratextual o extratextual (a quien el enunciado se dirige) y se encuentra a una distancia más o menos precisa de éste.
Ahora bien, el relato refiere una historia. Con frecuencia los enunciados narrativos dan cuenta de las peripecias de un sujeto identificado con la tercera persona gramatical: él. Esta persona (estrictamente, objeto del discurso) formará parte de los referentes del texto, pues es el objeto sobre el cual el enunciado se habla. Él, entonces, se constituye en el tercer limite ontológico del relato. Así, yo y tú se oponen a él, referente del enunciado.
Esta circunstancia ha sido tratada excepcionalmente por Émile Benveniste (1978), en Problemas de Lingüística General, y es la base para exponer la imposibilidad del discurso subjetivo de tercera persona:
Hay que tener presente que la “3ª persona” es la forma del paradigma verbal (o pronominal) que no remite a una persona, por estar referida a un objeto situado fuera de la alocución. Pero no existe ni se caracteriza sino por oposición a la persona yo del locutor que, enunciándola, la sitúa como “no-persona”. Tal es su estatuto. La forma él... extrae su valor de que es necesariamente parte de un discurso enunciado por “yo”. (p. 186)
El debate se sitúa en el ámbito de la referencia, pero como una operación de discurso.
Para pensarlo.
Y para mejor ilustración del punto, te invito, estimado esteemita, a leer un cuento impresionante del escritor argentino Julio Cortázar: Carta a una señorita en París
Gracias por la compañía. Bienvenidos siempre.
Qué interesante. Me siento como si estuviese de nuevo en las clases de la uni, jeje.
Como me gusta mucho reflexionar sobre este tipo de asuntos, hago una pregunta: ¿Qué pasa si un personaje aparece como narrador en primera persona (subjetividad) pero utiliza formalmente la tercera persona, una suerte de tercera persona autorreferente, como tantos villanos megalómanos o personajes de cómic?
Por ejemplo:
"Esta vez no van a engañar a Hulk. Si lo intentan, les dará su merecido. Por eso Hulk camina, ahora, por este descampado. Y terminará la tarea antes de la hora de comer. Porque la vieja Lola le ha invitado a comer. La verdad es que a Hulk siempre le ha gustado mucho caminar así por la pradera. Pero ¡cuidado! Hulk casi pisa un pequeño topo, y a Hulk le gustan mucho los topillos."
Pero también podría ser un discurso del Dr Maligno o cualquier otro (con un discurso más elaborado que el del pobre Hulk).
Primero, déjame decirte que el ejemplo está genial... jeje.
Veamos, en el ejemplo que pones es evidente que la tercera persona es una fórmula muy hábil que nos permite entender el drama de Hulk: él es un visitante en el cuerpo del científico, él no tiene un yo porque no tiene cómo alojarlo permanentemente, es una conciencia visitante, entonces, convierte a su yo en un referente, en un objeto externo al discurso; además, es una manera de plantear la escición del yo de David. Adicionalmente, es un ser primitivo y, como Tarzan, se refiere a sí mismo como él. Entonces, se trata, en ese último aspecto, de una convención expresiva.
Ahora bien, la pregunta es en realidad ¿cómo los lectores que no conocen la historia de Hulk entienden que se habla desde un yo? La respuesta está en el campo perceptivo. Esa zona donde se interceptan la persona gramatical y la focalización es objeto de muchas operaciones semánticas por parte del lector. Lo percibido, en tu ejemplo, solo es posible desde el yo, porque solo puede ser expresado desde la intimidad de la conciencia.
Así tenemos que él es la forma gramatical que asume el discurso, yo es el foco narrativo, la conciencia, el dueño del campo perceptivo, y tú es el destinatario, el lector en este caso.
Precisamente, la afirmación de Benveniste va en este sentido. Podemos enmascararnos en un él, como Hulk, pero siempre yo es el productor del discurso. Y siempre, que hablemos de un él, no estaremos hablando de un discurso producido por una tercera persona, sino de una tercera persona del discurso producido por un yo.
Si sigo hago trabalenguas. Jejeje...
La creatividad de la literatura ha llevado a renovar no solo la historia que cuenta, ni como la cuenta, si no como decide referirse a quien se la cuenta. un elemento lingüístico que puede pasar a elemento extra textual o incluso metaficcional, como ese Wody Allen dirigiendose a nosotros en Anie Hall, icono de la ruptura de la cuarta pared. Te sigo !
Gracias, luisrmoya, por tu lectura y comentario. Un gusto verte por aquí. Te esperamos en el Discord. Los jueves, de 4:00 a 6:00 p.m. (Hora de Venezuela), tenemos un espacio para hablar de poesía, #gayaciencia.
Genial ! entonces alla nos veremos.
¡Felicidades, #proconocimiento te valoró!
Has sido reconocido(a) por tu buen post por el Comité de Arbitraje y Valoración del Proyecto Conocimiento @proconocimiento.
Apoyamos y valoramos tu esfuerzo...
Proyecto Conocimiento es parte de la comunidad @provenezuela.
Pioneros en la plataforma #steemit en el reconocimiento y valoración a la Producción Intelectual en habla hispana.
Es un honor del que estoy muy agradecida, y, por supuesto, me impulsa a mejorar.
Mis disculpas por la tardía respuesta.