Para la realización de este poema, que he titulado Trajeta postal, el proceso fue muy sencillo. Busqué un fondo de postal antigua y sobre él abrí cuadros de texto. Allí copié mi poema, y luego le agregué una imagen de una ventana con vista al mar a modo de sello postal y como símbolo de las cosas que añoramos en la distancia.
De este repositorio gratuito de fuentes, bajé una cursiva con aspecto de letra manuscrita que me gustó. Una letra que lucía también como caligrafía antigua para completar el efecto del poema, que habla de tiempos idos e irrecuperables. El lugar de la firma, fue usado para destacar la frase con deshonra, convirtiendo este verso (y esa vergüenza) en la firma del hablante.

Finalmente, una vez quedé conforme con el resultado, guardé mi archivo como jpeg. Esa imagen es la que acabo de arrastrar desde mi archivo hasta acá.

Para el segundo poema, el proceso fue igual, con excepción de que aquí jugué con la forma de un documento institucional: el memorandum. Allí los elementos importantes, más que plásticos, son grafémicos. Es decir, se imita el aspecto tipográfico, sintáctico y de distribución espacial de un viejo documento de oficina. El fondo que usé es el de un antiguo documento de la CIA; espero que el poema no se ofenda.

Y espero que ustedes, amigos, se animen a participar y pregunten por acá todas sus dudas.

El reestem se agradece.

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¡Ah! por último, como me di cuenta de que los poemas recogían demasiada tristeza, dibujé una florcita desmelenada que escaneé y monté sobre un libro antiguo (fue la que puse al inicio). Me hizo sonreír.

Fuentes: libro antiguo; fondo postal; ventana; Fondo memorandum. El resto de las imágenes son de mi archivo.

Hasta el próximo post.