Show us your talent contest ¨Teyú¨ ¨guaiguĩ¨ (La dueña del ¨Teyú¨) Escrito por @jlufer

El ¨Teyú¨ ¨guaiguĩ¨  Era muy temida en el paraje ¨San¨ ¨Judas¨, se trataba de un malvado personaje protector del ¨Teyú¨.  El ¨Teyú¨ es  un animal muy parecido a las iguanas. Este reptil tiene un pasado tenebroso, y está relacionado a uno de los siete monstruos de la ¨mitología¨ ¨guaraní¨. 

Los correntinos descendemos de una comunidad indígena, como la mayoría de ellas, tenían sus propias creencias, los ¨guaraníes¨ creían en cosas paranormales, ellos afirmaban de la existencia de un lugar en donde podían convivir los vivos y los muertos, además, aseguraban que toda existencia, cosas, animales, y  plantas, eran protegidos por seres malignos. Estas viejas costumbres fueron pasando de generación en generación, haciéndonos vulnerables y supersticiosos.

Con la separación de mis padres nos tuvimos que mudar a un barrio olvidado en el tiempo, fue como hacer un viaje al pasado, allí carecía del servicio de iluminación, nos alumbrábamos con las luz de una vela. Compartíamos la vivienda con un tío llamado Juan, a él le encantaba atemorizarnos con sus relatos de suspenso. Al caer la noche nos reuníamos en la cocina, y éramos sometidos a una dosis de terror. El lugar en donde vivíamos era propicio para que esto sucediera, con los relatos comenzaba la magia y era cuando el pánico me ponía a prueba. 

El tío había vivido en su adolescencia  en un lugar llamado el rincón de ¨San¨ ¨Judas¨. De solo escuchar el nombre nos helaba la sangre. Este lugar estaba alejado de toda civilización, no había  comodidades de una ciudad, las calles eran por si solas tenebrosas, aquellas que tomaban trascendencia al caer la noche.  Los moradores del lugar eran prisioneros del pánico, sobre todo al anochecer, trataban de terminar sus tareas domésticas antes de que caiga el sol, de ahí en más, nadie deambulaba en las calles. 

El cumpleaños de su madre estaba cerca, ella siempre ansió un zapato de cuero. El tío tenía habilidades con las manos, era bueno haciendo manualidades, una oportunidad de quedar bien, regalando unos zapatos de cuero hechos con sus propias manos.

Él sabía dónde encontrar teyúes, era lo que necesitaba cazar para poder hacer el regalo de su madre. Estos gigantes vivían en una cueva dentro de una ínsula extraña, este no era un lugar para ser visitado por un adolescente, y mucho menos solo, ese lugar era muy extraño y no era conveniente que llegara hasta allí. 

Juan era un joven que no temía a nada, aunque si respetaba las viejas creencias y costumbres, como se trataba de una causa noble, estaba seguro que nada pasaría, así fue como tomo la determinación de visitar la misteriosa ínsula. 

Con la ayuda de una canoa cruzo el río rumbo a la isla. Al pisar el suelo todo cambio, su piel comenzó a erizar y su corazón a latir rápidamente, sus oídos se agudizaron para escuchar lo que sucedía a su alrededor, podía oír cada detalle, cada ruido, y con ellos se intensificaron sus miedos, oía cosas que jamás había escuchado, cosas que nada tenía que ver con este mundo, pero había llegado hasta allí, y no tenía pensado regresar.

Camino por el sendero que conducía a la cueva que esta estaba al pie de una colina, dentro se resguardaban  los teyúes hasta que cayera la noche.  Tomo la escopeta para cazar a los animales, para cubrir sus espaldas se recostó por el tronco de un árbol. El viaje había sido  muy estresante y agotador, lo que hizo que se quedara dormido.

En lo profundo del sueño se vio junto a los animales, estos eran tan grandes que se quedó paralizado y no pudo disparar, ante su error, los teyúes atacaron y lo despedazaron, mientras agonizaba en el suelo, pudo ver como uno de ellos se convertía en una mujer de cabelleras blancas. 

No término de escuchar la última letra que salió huyendo del lugar, parece mentira que tan rápido se puso oscuro la isla, por suerte pudo encontrar el camino que lo llevaría a la costa del río. No sabe cómo hizo para  ascender tan rápido la canoa y ponerla en marcha.

A unos metros de la ínsula podía oír los rugidos de los teyúes, bramaban como rinoceronte se trataran, los ojos rojos como llamas se podían divisar a lo lejos, parecieran ojos de demonio, que causaba pánico de solo verlos, cuanto más se alejaba, más iluminaban los ojos endemoniados. 

Varios cientos de metros tuvieron que pasar para recobrar la respiración y la cordura, no tenía explicación para lo que había sucedido, del susto se había olvidado la escopeta, pero ya no había valor para regresar por ella.

Esa noche mientras nos relataba lo sucedido, pudimos percibir su miedo, nuestros corazones latían muy rápidamente, vivimos cada detalle como si estuviéramos presente en el lugar. No hace falta decir que la historia nos traumó por varios días.

Según relatos de las personas que vivían en la zona, los teyúes eran extremadamente malignos, eran como si no fueran de este mundo, no había forma de detenerlos, ni con proyectiles de armas de fuego, eran invencibles y no había forma de hacerles daño. Estaban protegidos por un alma maligna. La ¨Teyú¨ ¨guaiguĩ¨ 

Esta es mi participación del concurso ¨Show us your talent contest¨organizado por nuestro querido amigo @roadstories para conocer las bases y condiciones, ingresa por favor en el siguiente enlace