Como argumenta el político norteamericano Lyndon Larouche, vengo siguiendo su trabajo desde hace 5 años, tras el biocombustible no se oculta otra cosa que actuar sobre los precios de los cultivos, es decir dedicar areas de cultivo, no para sembrar y cosechar alimento, sino para quemarlo. Lo he visto en el norte de Burgos, como el cereal cada año es sustituido por el girasol, consecuencia: sube el precio del grano.
Utilizar el "pseudo ecologismo" como herramienta financiera para alterar el precio de las cosas o para favorecer a la industria quimica, como ocurre con los "quemantes", ahora que por el supuesto calentamiento global, se ha prohibido la tradicional quema del rastrojo. Pero eso si, el agricultor se ve obligado a comprar unos productos químicos, ALTAMENTE CONTAMINANTES, que se filtran por el suelo y van a para a los acuíferos, precisamente en una época, finales del verano principios del otoño, según zonas, en que dichos acuíferos, manatiales etc andan bajo mínimos, con lo que la concentración del veneno es mayor. Como además se aconseja, o prohibe la ingesta de aguas no tratadas, en muchos pueblos, como el mío, que curiosamente se llama Arroyuelo, al norte de Burgos, ya no se puede beber de la fuente del pilón. La alternativa: comprar agua embotellada, es decir más negocio para las multinacionales.
Muy buen post!
Y enhorabuena por el Cervantes!!!! aunque haya sido por otro post.