Unorthodox (Serie): el lado menos tolerante de Dios
Dentro de una extensa oferta, entre series de varias temporadas con decenas de capítulos y centenares de películas de diversos géneros, las mini series de Netflix parecen ser una buena opción para quienes quieren ver alguna serie que no les tome demasiado tiempo. Y en ese formato, una de las producciones originales de la plataforma que ha dado mucho de qué hablar durante las últimas semanas y que ha gustado mucho es Unorthodox (Poco ortodoxa).
Se trata de una miniserie de TV realizada en Alemania que cuenta con apenas cuatro episodios de poco menos de una hora de duración cada uno. En ellos, seguimos la historia de Esty, una joven judía ortodoxa que vive en Williamsburg y que, abrumada por las circunstancias, decide huir de su esposo, de su familia e incluso del país. ¿Qué puede llevar a una joven de diecinueve años, con apenas un año de matrimonio, a tomar un avión desde Nueva York a Berlín sin avisarle a nadie, dejando atrás la única vida que hasta entonces ha conocido? Poco a poco, la serie nos va mostrando mediante flashbacks las cosas que llevaron a Esty a tomar semejante decisión; es decir, la serie comienza con Esty huyendo y llegando a Alemania, pero luego, a medida que avanza, va intercalando su nueva vida en el país europeo con las vivencias en suelo norteamericano que la hicieron escapar de allí.
Es un tanto difícil hacer esta reseña porque, por un lado, no quiero revelar tantas cosas de la trama; y por el otro, no quiero hacer una crítica religiosa tan dura. Las congregaciones religiosas tienen sus reglas establecidas, normas de comportamientos y una serie de directrices sobre lo que no se puede hacer, lo que sí se puede y en este último caso, cómo hacerlo. Acá en Latinoamérica, la religión dominante es la Católica, seguido de otros cristianismos minoritarios (Testigos de Jehová, Adventistas, Mormones). Debemos reconocer que más allá de los mandamientos y de intentar cumplir con ciertos preceptos, la religión encabezada por el Papa es bastante permisiva, lo que es una excepción entre los monoteísmos. En el Islam y el Judaísmo son mucho más estrictos, siendo los Judíos Ortodoxos un caso extremo. Esty pertenece a una congregación ultra ortodoxa (se podrán imaginar) que intenta apegarse a la milenaria ley judía sin aceptar la modernidad.
Es decir, Esty no sólo debe cumplir con una cantidad abrumadora de ritos y protocolos en cada etapa de su vida (la ceremonia de su matrimonio da una idea de lo exageradamente protocolar que puede llegar a ser esta religión), sino que no tiene acceso ni conocimiento sobre lo que es un smartphone, o internet, entre otras cosas. Además, el Judaísmo Ortodoxo es un patriarcado extremo en el que las mujeres no tienen acceso a ningún tipo de preparación o formación académica o religiosa; de hecho, ni siquiera les está permitido leer sus propios libros sagrados (en esto se parece al Islam). En otras palabras, el papel de la mujer no pasa de ser madre y ama de casa; prácticamente una sierva de su esposo.
Matrimonios arreglados, sumisión y obediencia fueron la norma para las mujeres durante siglos en la mayoría de las religiones, pero ¿hoy en día? ¿cómo justificar la anulación de una existencia plena? Quizás millones de mujeres estén de acuerdo con esas normas extremas y tal vez sean felices viviendo bajo el yugo de la obediencia, pero no es el caso de Esty. Ella es diferente. Por eso, tras una serie de hechos (su matrimonio, intromisiones de su suegra, problemas de cama con su esposo) y de hechos claves en su pasado (su padre es un alcohólico y su madre es una ausencia desde que Esty era una bebé) decide dejar todo atrás, cruzar el Atlántico y marcharse a Berlín. El hecho de que una judía escape precisamente al país en donde se propició el mayor Holocausto judío de la historia no hace sino añadir drama a la historia.
La miniserie está inspirada en una historia real, contada por su protagonista Deborah Fieldman en el libro Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots, que se convirtió en un éxito en los Estados Unidos. Obviamente se trata de una adaptación, por lo que no se debe tomar la serie como una copia exacta de la realidad; sin embargo, las cosas que le ocurren a Esty y que no le ocurrieron a Deborah (o no de esa forma), no carecen de realidad. Es decir, son escenarios no sólo posibles, sino probables dentro del contexto. Tan sólo imaginen por un momento, lo que debe ser descubrir el mundo a los diecinueve años, después de haber permanecido aislados de él. El impacto y la esencia de la historia creo que son proyectadas con éxito en la pantalla, empleando una excelente dirección, una fotografía excelsa y apoyándose en una actuación memorable de Shira Haas, una actriz poco conocida que sólo los cinéfilos agudos recordarán haber visto en Mary Magdalene y en The Zookeeper's Wife.
¿Quién es Esty? ¿cuáles son sus sueños? ¿qué quisiera ser y hacer con su vida? Para saber algo de eso deben ver la serie, pero les adelanto que ni la mismísima protagonista tiene claro lo que quiere hacer con su vida, ¿y cómo pedirle lo contrario? Apenas es una adolescente. En cierto sentido, Unorthodox es una novela de iniciación que se ubica justo en ese punto de inflexión en la vida de Esty. Quienes la vean (o ya la hayan visto) y deseen saber qué fue de esta joven judía después de lo que se cuenta en pantalla, pueden buscar el siguiente libro de Fieldman, Exodus: A Memoir, en el que relata la siguiente etapa de su vida. En una de las líneas más fuertes del excelente guión (y la dejo acá porque aparece en el tráiler) a Esty le preguntan por qué huyó y ella contesta: Dios esperaba demasiado de mí. Una respuesta que invita a una profunda reflexión sobre el papel de la religión en la vida de las personas y que da una idea de por qué esta serie ha sido tan recomendada. Me uno a esas críticas y les invito a verla.
Reseñado por @cristiancaicedo
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