Concurso reir es gratis| Nuestra primera semana|.

Saludos a todos, realmente agradecido con @lisfabian por la invitación y por tener la iniciativa de seguir compartiendo risas, muy contento que mi amigo @gaborockstar esté dando apoyo para el cincurso. Sin muchos preambulos, les comento que esta historia está basada en acontecimientos reales, esto me ocurrió hace unos 25 años en la ciudad de Pto. Cabello en el estado Carabobo Venezuela. El estilo novela en primera persona es para darle mas dramatismo al asunto.

Coño me cago!!!!!

Hoy recuerdo esa tarde como si hubiera sido ayer, había salido de un restaurante después de comer unas caraotas ricas con cochino frito, aguacate, algunas cervezas frías y un delicioso helado de chocolate con trozos de cambur. Finalmente, tomé un café negro tan negro que manchó mis dientes.

Pedí la cuenta para pagar y le pregunté al mesonero dónde estaba el baño, ya que de tanto comer me dieron ganas de hacer el 2.

Lo siento señor, el baño está cerrado porque no hay agua
Esas palabras me hicieron sudar, un miedo invadió mis pensamientos porque estaba lejos de mi casa y no sabía si iba a ser capaz de resistir.

Salgo del establecimiento y empiezo a caminar poco a poco, apretando las nalgas porque sentí que la mierda se me iba a salir.

Cada vez sudo más y mi corazón comienza a latir más rápido, mi cuerpo comienza a temblar y entiendo que no podré llegar a mi casa.

Como era domingo, todas las tiendas estaban cerradas, seguí caminando cada vez más despacio, el sudor había cubierto toda el área de las axilas y mi pelo estaba completamente mojado, mis piernas temblaban y caminaba más despacio cada vez.

Las pocas personas que estaban en la calle, se alejaron de mí pensando que yo era una especie de persona enferma, no me atreví a hablar porque sentía que si hablaba se me salía la mierda.

De repente, veo a una señora con un puesto de venta improvisado que tiene papel higiénico, le hago señas con el dedo para pedirle un rollo, la señora muy inteligente me da el rollo de papel y me dice que detrás del edificio donde estábamos, había un espacio al aire libre si necesitaba cagar tranquilo..

No podía soportarlo más, sentí que los frijoles y el puerco frito iban a explotar en mis entrañas, así que comencé mi camino detrás del edificio, poco a poco y sin fuerza.

Como el sudor me tenía los ojos casi cerrados, tropecé con un tubo que estaba incrustado en el suelo, el tropezón me detuvo y comencé a cagar, rápidamente me bajé los pantalones y por unos segundos mi ropa interior se salvó.

Allí estaba yo, agachado y extasiado de placer, mi sufrimiento había terminado, esos pocos minutos desde el restaurante hasta mi baño improvisado, habían sido la tortura más grande a la que un mortal puede ser sometido.

Pero lo había logrado, ya estaba terminando cuando me di cuenta de que el tubo con el que tropecé era una vía férrea. De repente, una fuerte bocina me hace girar la mirada, un tren a toda velocidad viene directamente hacia mí.

Realmente no recuerdo cómo salí de allí, todo sucedió muy rápido, solo el recuerdo que me enviaron desde la oficina del medio ambiente, una foto de las cámaras de seguridad que captaron el momento.

Espero les haya gustado el cuento, si no les gusto por escatológico no importa, lo que me importa es que le des click al sponsor de dclick (la etiqueta) y me ayudes para comprarme la camioneta toyota que quiero,

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