Los últimos momentos de vida de una estrella

 Este es un relato corto echo por mi mismo, No lo encontraras en otro lugar porque es la primera vez que lo saco de las paginas de uno de los documentos olvidados en mi pc. Espero que lo disfruten.

Su largo cabello azabache inmóvil ante la falta de brisa entre los muros de los callejones de la ciudad, adornadas de viejos letreros de neón que esa noche parecían perder intensidad, los colores amarillos, rojos y blancos bañaban las calles de un naranja oxidado; y allí estaba él en el poste inclinado de siempre.

 No hubieron miradas ni gestos, hombro a hombro se paseaban mirando aquellas luminosas calles, respirando el vapor de las tiendas y la niebla que parecía seguirlos. Sordos ante las palabras ajenas y el rítmico ruido de los transitados callejones; solo podían oír latidos sincronizados, uno frente otro mezclándose con una entrecortada respiración, ambos, tan sincronizados que no sabían quién era quien, cada paso lento, cada salto sobre el charco, no necesitaban indicarse el uno al otro, ya las palabras sobraban y el espectáculo de aquellas luces que deslumbraban sus ojos como si hubiesen visto tal destellante espectáculo por primera vez, aquel paisaje urbano de otro mundo al que iban cada vez que lo necesitaban y aún seguía sin parecerles menos esplendido. 

El tiempo ya había dejado de correr y se había puesto detrás de las huellas de aquellas dos personas. Se sentían los únicos, eran tan egoístas que se daban el lujo de pensar que sus problemas eran grandes, y quizás eso habría sido lo más correcto. Podían sentirse el uno al otro y los deseos de cada quien mientras caminaban los callejones que tantos recuerdos evocaban con cada paso, tan vivos que podían quemarlos por dentro. 

–Es en los últimos momentos de vida de una estrella y es cuando empieza a estallar –Dijo ella sin quitar la mirada de aquel paisaje urbano. Quizás fue más duro admitir la amargura que padecerla. –Aún falta mucho para que esa explosión acabe –Respondió el apretando su mano -hasta entonces paseemos por estos callejones otra vez.