IRONÍAS EN MI VIDA Y EN EL AMOR

Me baso en la bella ironía como figura retórica,

para indicar todo lo contrario a lo que yo quiero,

pero al revés deseo dar a entender mi rara lógica,

y con triste tono gesticulo, para decir que muero.

Esto lo escribo mientras escucho extraña canción,

"Ironic" bien interpretada por Alanis Morissette.

Afligida ironía me sucede a mi, casi en panteón,

con la muerte cercana, gané la lotería al conocerte.

Pocos momentos me quedan para disfrutar feliz a tu lado ¡mi Hada!

Porque el final de mi vida se acerca y tiempo ya no hay,

tontamente mienten cuando dicen que la vejez es vida dorada,

¿Es esa la irónica mosca negra en mi vino "Chardonnay"?

¿Quién lo hubiera pensado? Yo tengo miedo de amarte,

con tantos fracasos y desilusiones de pareja, soy rehén,

he esperado toda mi vida para en mis brazos tenerte,

es irónico, la edad se me vino encima y tu también.

Ansío adorarte y en tu delicioso cuerpo extinguirme,

sin preocuparte por los ultrajes del tiempo, ¡callas!

suplico en tus manos aforo para la vida contenerme,

irónicamente disfruto mi vejez con horas tan bellas.

La ironía de mi vida, despacito ha postrado sobre la tuya,

dulcemente confieso que me siento vivo, cuando tuyo soy,

mi alma errante en recorrido final de congoja que apabulla,

años perdidos saltando en camas y como apagado huracán voy.

Caricias, besos, cariño, amor, pasión y ternura, prodigamos,

pero, la ironía me cubre con sepulcal silencio que perturba,

tu aurora en mi taciturno ocaso, silente nutre mis miedos,

tu juventud de primavera, en dulce néctar mi otoño desborda,

Ironía disfrutar tardes sin celajes y una noche sin una estrella,

ironía y mentiras de virtudes y homenajes para ancianos sufridos,

ironía de quince dulces años que llevo a su lado, amándola a ella,

ironía renegando los previos veinte años perdidos y lamentados.

Ante la pena de muerte el indulto no llegará ni segundos tarde,

como lluvia que cae luego de perder lo sembrado por la sequía,

alejarte de mi era un buen consejo que simplemente no tomaste,

tu y yo en apasionado amor juvenil, con seniles caricias al día.

Irónica alegre ponzoña, que dolor de amor deviene en hiriente celada a mi vida,

de mi feliz vejez a tu lado no me quejo, pero escabrosa nube negra se ha aproximado,

sin poder evitarla no hay fe ni esperanza que valga, ¡veo la tumba desvalida!

congojoso mi corazón se rindió, ¡te digo adios amor mío! ¡La muerte hizo su llamado!

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