Impulso ilícito, sé que está mal desearte y el castigo es tu vacío.

El espejo ya no refleja tu carnal identidad, pero sí la frívola mirada
que te recurría con hambre de pecado; la veo,
la transpiro cuando me miro buscándote en las entrañas
en aquel vidrio estillado
del que huyes,
del que te vas cuando llegas
tras obnibular de placer.

Impulso ilícito, no debo estar acá,
indumentaria mi sensual masoquismo,
ya sé que el "adiós" dijo amén con su voz de Lucifer,
dijo "hola" con el tono vulgar que tiene cualquiera,
pero de ese cualquiera que te trata
como una cualquiera
y aun así, te sientes especial.

Ganas no me faltan de estar otra vez a tu merced.
Ganas me sobran cuando estoy al lado de tu ausencia,
tengo ganas de perder el juicio al sumergirme en tu cuerpo
sudado por sumisión y entregado a un dolor que
me hace vibrar por dentro
cuando me acaricias el alma por fuera,
maltratándome con la delicadeza acordada.

Impulso ilícito es estar imaginándote,
simulando tus manos con las mías
tu sudor con mi saliva
y tu voz con mi aliento más gago.

Mis pupilas ya no tienen la tijera de tu mirar,
mas cierro los ojos embistiéndome con fuerza,
con el carácter desgraciado con el que imito
que me vulneras aquel suspiro
que grita tu nombre,
aun cuando solo se oye el mío,
sin ningún grotesco
calificativo.

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Foto tomada con mi Nikon D5200 | Lente 35mm