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El trabajo dignifica: así conocí a Steemit

Hola queridos compañeros de la comunidad Steemit.
Como ya muchos conocerán de mí, soy una persona sincera, honesta, responsable, trabajadora y amistosa. Enfrento los retos de mi vida con optimismo y mucha fortaleza. Podría llegar a Caracas caminando, subir una montaña de rodillas, pero una ligera muestra de injusticia o un desplante, me ponen a llorar por noches enteras.
Más que repetida es mi historia, de que tengo un miembro de la familia en casa, que padece cáncer y que la situación económica para afrontar los gastos del tratamiento de quimioterapia es muy precaria. Somos dos maestros jubilados, con unas pensiones mínimas que apenas si nos permiten sobrevivir y la mayor parte, comiendo lo que el General, en la célebre novela de Gabriel García Márquez ("El General no tiene quien le escriba").
De manera tal que, un día, estando en la quimioterapia, conocí a una paciente que se hacía tratamiento también. Una señora española, bastante mayor, tal vez con cierta fuerza económica. En la sala de quimio nos relacionamos, porque siempre hay que ayudar. Algunos pacientes son llevados y quedan sin acompañante, imagino que tienen que ir a trabajar y como las sesiones duran 5 horas, pues no pueden faltar y ya luego, los buscan al culminar.

En este punto, pues yo siempre converso, animo, colaboro y estoy pendiente del reloj y de ver las gotas de la solución intravenosa, por si se termina, avisar a la enfermera.
Por estas cosas de la vida, en las cuales a uno se le presentan soluciones, dijo la señora, que necesitaba de una persona que fuese a limpiar su apartamento, que estaba un poco descuidado y que a pesar de la necesidad, ya nadie quiere ir a hacer labores de aseo. Ella estaba terminando el proceso y quería poner orden en casa para reiniciar su vida saludable.

¿Ya saben por dónde va el asunto? Pues sí, así como lo van a leer...
Le dije a la señora que yo podía ayudarla y ella, sorprendida, no lo creía, porque, aparte de que para esos días de ciudad, yo visto con las blusas más blancas e impecables que tengo, me distingo por mi verbo amable y cordial y mis modales de garbo inglés.

Hice la cita, dirección en mano y comencé la jornada una semana después (luego de que el paciente superó los trastornos pos quimio). Mis hijos atónitos, no lo digerían ja ja.
A las 7:30 am. estaba tocando el timbre, me recibió el hijo, un amable cincuentón a quien ya había visto por la clínica. Me condujo al salón en donde me esperaba la señora. Desayunamos los tres y acto seguido comencé la operación.
Un poco de orden, barrer, limpiar sobre lo limpio, organizar la cocina, disponer la lavandería de ropa de cama y cortinas, afines y similares, etc.
Yo feliz, como pez en el agua, porque es lo que hago a diario en casa. Y encima con un pago, mucho mejor.

Cuando me tocó ir al estudio, un acogedor despacho, un escritorio, una linda computadora y una gran biblioteca; llegué al oasis, una delicia de libros que yo comencé a acariciar y en eso me encontró Walter, así se llama el hijo, amable y conversador, con una subyugante mirada que atesora todas las esmeraldas del mundo. Me preguntó muchas cosas, le respondí otras tantas y mostró mucho interés en mis atributos creativos.
Sus palabras me sustrajeron de mi labor, me llevó a recorrer un mundo maravilloso y esperanzador, donde los sueños, se vuelven realidades concretas.

¡Ay! a mi edad estas cosas, ya hace mucho tiempo que no... bueno, ha de ser como montar bicicleta -me dije- no se olvida jamás y me enamoré de nuevo.
Con una nueva ilusión, me embarqué en la aventura. Walter me explicó con paciencia, me dijo que no tuviera miedo y me convenció. Me dijo que tal vez me deprimiría al principio, pero que al paso del tiempo iría mejorando y conociendo nuevos horizontes. Que mis manos, mis palabras, mis sentimientos, mis versos, mi mente toda, serían las herramientas de mi triunfo y que puedo disfrutar de mis años dorados con solvencia, con un dinero extra y las satisfacciones de obrar bien.

¡Walter me estuvo hablando de Steemit!!! de los pioneros, de la filosofía, de la solidaridad y de la oportunidad que puede significar un cambio radical en mi vida. Steemit es una comunidad de amor, una nueva visión de las redes sociales para ganar-ganar.
Durante tres días más, estuve acudiendo al apartamento, luego de ordenar, todo quedó impecable y Walter culminó con su instrucción acerca de Steemit, la plataforma y esas cosas que se me olvidaron, porque era muy engorroso el procedimiento.
Me dieron una buena remuneración por mi trabajo doméstico, la cual agradezco inmensamente, pues me permitió adquirir insumos médicos para mi paciente.

El y su madre regresaron a Caracas. Confieso que aún no conozco su nombre de usuario, pues al fin decidí registrarme en junio, dos meses después. Yo por respeto nunca le pedí su número de teléfono y tampoco él me lo ofreció.
Aclaro que lo de "hace mucho tiempo que no..." se refiere a que hace tiempo que dejé de andar por Internet, en donde hacía vida a diario, en mis amados Foros de Poesía.
Hoy día, que he retomado mis fortalezas, la poesía, la fotografía y mi filosofía de vida, allí aparecen, cada vez que publico algo en Steemit y puede ser que Walter me lea y que algún día se consolide la rentabilidad. Por ahora soy la chica "Bond" (0.07) jaja.
He cultivado bonitas amistades. Aún no manejo muy bien las cosas. Algunos me miman y me hicieron la portada, algunos me han increpado que tengo varias cuentas (en Discord, mi peor experiencia, lagrimona y to) Voy preguntando como la señora de Acude en Caracas, pero bueno...gracias a las fuerzas de la naturaleza, voy remando.

Gracias a ustedes por leerme y por ser mis compañeros en la comunidad Steemit.
Mi agradecimiento eterno al buen amigo @jlufer.
Les dejo un abrazo y mis mejores deseos por su bienestar.
@armonia

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