La religión siempre ha sido importante en mi vida... Después de mucho reflexionar y habiendo encontrado, por suerte, a algunos maestros, considero verdad que Dios no es una idea o un concepto. Pero requiere una gran capacidad de reflexión observar nuestra propia mente, desgraciadamente nadie nos enseña a hacerlo y lo que llaman meditación termina siendo otro ejercicio, otro sistema más en el cual tendemos a quedar atrapados.

Dios, entonces, no es una idea, no puede llegarse a él mediante esa herramienta limitada llamada pensamiento. Pero si observamos nuestra mente, veremos que, en la mayoría de los casos, lo que llamamos Dios es, efectivamente, una idea, una representación, un concepto, es decir: un producto de la mente, con sus deseos, temores y necesidades.

Para conocer a Dios tenemos que dejar atrás la creencia y la idea y afrontar el hecho como alguien que no sabe nada ni espera nada, esa es nuestra realidad. De otra manera, ese espacio que quizás algún día ocupe Dios, la verdad, la realidad, la vida o cómo sea que querramos llamarle, estará ocupado por una idea de Dios, una ilusión.