Antes de hacer este primer viaje ya estaba pensando como iba a escribir esta Bici-Crónica; quería hablar primero de las dificultades y peligros de salir de Valencia y llegar a la Playa en bici. Este sábado me fui a Patanemo y la verdad es que si se puede.

Mística en la playa Bahía de Patanemo

Ciertamente hay riesgos, la autopista Valencia - Puerto Cabello no es la mejor vía para que circulen ciclistas, el tráfico de vehículos livianos y pesados es el principal peligro, a parte de la delincuencia que azota los sectores aledaños a la autopista, además, hay que tener los 5 sentidos bien puestos en la vía. Pero como yo soy un activista del uso de la bici, no puedo comenzar este cuento de forma negativa. Solo les recomiendo no hacer lo que yo hice este sábado 23 de diciembre; quedarme a dormir más de la cuenta.

El viernes fui al taller del Catire (les hablé de él en otro post) para que reparara mi bici, y así, sin mayor preparación espero al sábado para salir. Solo lavé el culotte (una prenda para ciclistas, un pantaloncito que tiene una almohadilla) y a dormir. En la mañana me desperté a las 6:30am pero como no había preparado comida ni tenía lo necesario para prepararla, debía esperar hasta más tarde para que abrieran los negocios y comprar las cosas. Entre preparar desayuno y distraerme con la computador se me hicieron casi las 11am y sabiendo que Patanemo está a 74km de mi casa la cosa comenzaba a no pintar demasiado bien porque, mis cálculos estimaban unas 3 horas de pedalear hasta llegar a la playa. De paso ando corto de presupuesto y no llevo demasiadas herramientas o repuestos. Gracias a Dios que me acompañó todo el camino y solo tuve un pinchazo que pude resolver con una tripa de repuesto que si llevaba conmigo. Entonces salgo de mi casa y comienzo a pedalear con dirección norte hasta llegar a la autopista Valencia - Puerto Cabello. En esa vía, que es toda cuesta abajo, la bici logró alcanzar casi 60km/h que no es demasiado, pero en bici se siente como si fueras Brian O'Conner usando el nitro para alcanzar a Toretto.

Después de pedalear casi 2 horas llego a El Palito, un lugar en donde los viajeros que vienen del centro del país pueden reaprovisionarse o comer algo antes de continuar su recorrido a cualquier playa de la zona. Yo aproveché para hidratarme con una fría cerveza antes de seguir. Intentaba también conseguir donde comprar comida lo más económica posible. En mis planes solo estaba comer un pan y rellenarlo con jamón pero no fue posible. Salgo de la panadería y es cuando siento el caucho trasero bajo de aire, pinché. Cambio la tripa y sigo pedaleando hasta estar más cerca de la playa, paso la entrada de Quizandal, Playa la rosa y Gañango y comienzo a subir por el cerro que me separa de Patanemo. Subidas fuertes pero el trayecto es corto, cualquier ciclista como yo, un ciclista del montón, logra subirlo sin mayor problema manteniendo un ritmo constante. Solo me detuve en un punto donde la vegetación me permitió tomar una foto para apreciar la costa que estaba dejando atrás.

Mística con Isla Larga de fondo

Gente que me conoce y a la que le comenté de esta aventura se sorprende diciendo 'vas a subir esa subida de Patanemo en bicicleta!?' pero esa no es tanto problema comparada con la subida de regreso a Valencia, pero ya les voy a contar.

Otro error que cometí fue que al ponerle el relojito a la bici, configuré mal la hora. No se como hice pero lo cierto fue que el 'cateye' tenía casi una hora de retraso y teniendo esto en cuenta paso por la entrada de Patanemo donde un cartel advierte que está abierto hasta las 4pm lo que quiere decir que apenas tendré tiempo de comer, bañarme y regresar.

Llegando, me acerco a una familia para pedirles hielo y ponerlo en la bebida que cargaba en el bolso y en eso se me acerca un sr. que comienza a ofrecerme el plato del día. Yo lo oigo con cierto escepticismo ya que el sr. se alejaba a hablar con alguien para negociar el precio al que me iban a vender el plato y por último, como me ve llegando en bici me dice 'busca por ahí 1000 bolos para venderte un plato bueno y que comas bien...' no se si el sr. pretendía que yo me pusiera a pedir dinero por toda la playa para pagarle la comida.

En Venezuela, producto de la hiperinflación, el dinero en efectivo es escaso y mi opción para pagar la comida era el dinero de mi tarjeta de débito, pero el sr. un poco reacio a esa forma de pago se fue de nuevo a hablar con las personas que preparaban la comida a ver si aceptaban que yo les pagara así. Me acerco para ver con quien está hablando y veo a 2 muchachas que muy amablemente me ofrecieron sentarme a esperar mientras estaba la comida lista. El plato: 10 tostones con ensalada y un mojito aderezado con limón y un pescado frito, plato al que no me dio chance de tomarle foto porque estaba demasiado bueno. Eso fue comenzar a comer y no parar.

La chica a mi lado es Nancy y la primera a la izquierda es su hermana

Después de comer me metí al agua haciendo una oración a Dios y pidiéndole al mar que se llevara todo lo malo que este año pudiera haber tenido. Y así rapidito salgo del agua a secarme, ponerme la ropa para regresarme a Valencia. El reloj marcaba las 5, de nuevo la cosa no pintaba bien. Con la subida que me esperaba en la autopista Valencia - Puerto Cabello mis cálculos eran que llegaría a Valencia en 3 horas o más. No me preocupaba llegar a mi casa a las 9, pero, ¿que me agarrara la noche subiendo por la autopista? de más está recordar como la delincuencia de la zona se ha llevado vidas de las personas que infortunadamente se quedan accidentadas con sus carros, imagínense lo que le podría pasar a un ciclista, solo, de noche en esa vía. A parte de eso, la bici no está acondicionada para hacer viajes, no tengo alforjas o un rack (parrillera) para poner equipaje. Todo lo que cargaba lo tenía en un bolso lo que me produjo un intenso dolor de espalda desde mi llegada en horas del día a El palito hasta mi regreso a casa.

Subiendo la autopista oré de nuevo pidiéndole al Sr. que mantuviera un poquito más la luz del día hasta al menos llegar a un sitio más seguro, el cual sería el peaje de la entrada de Naguanagua y gracias a que mi reloj tenía una hora de retraso, mi sorpresa fue ver el reloj marcando las 8pm y todavía se podía ver cierta luz en el cielo. Esa misma subida hace que te cuestiones por qué no te gusta una actividad más fácil, menos arriesgada tal vez, menos esfuerzo, y es entonces cuando recuerdas la razón. Cuando se termina de subir Trincheras y comenzar a bajar hasta el peaje, ganar velocidad, sentir de nuevo la civilización y dejar atrás el peligro de esa oscura autopista se siente uno victorioso, pero no tanto como haber disfrutado de una tarde de playa, buen sol y buen clima.

El viaje en números:
Km recorridos: 142km
Tiempo en movimiento: 6 horas y media
Tiempo sintiendo dolor en la espalda: 5 horas y media
Cervezas tomadas: 3
Pinchazos: 1
Pan comido: 3/8 le regalé un pedazo a un chamo al salir de la panadería, otro pedacito al Sr que me atendió en la playa y un último pedazo a papá al llegar a casa
Tiempo queriendo vomitar el almuerzo: 3 horas con sinceridad les digo; no coman tanto si van a pedalear.
Paradas técnicas: 2

Próximo viaje: Choroní

Nancy trabaja en la Bahía de Patanemo únicamente sábados y domingos, si quieren ser atendidos por ella otros días tienen que llamarla al 0416 733 9658

Fotos de mi autoría tomadas con una Canon SX40HS

Fuentes de fotos usadas:

https://www.eldiariodelarepublica.com/nota/2016-3-21-18-15-0-un-cicloviajero-que-recorre-el-continente-paso-por-san-luis

https://www.cyclingweekly.com/news/latest-news/track-cyclist-robert-thighs-forstemann-takes-on-strongmen-in-weightlifting-challenge-video-206478