LLEGAR A ISRAEL

Hace dos años deje mi país, mis amigos, a mi madre y a mi primer hijo de 22 años, ahora vivo en Israel y tengo otros amigos, esposo y mi segundo hijo. Ahora he conformado la familia que añoraba hace mucho tiempo, desde que murió mi padre lo más parecido a familia lo estoy viviendo ahora. Y es que en mi corazón y mi alma estaba este lugar como un anhelo que este momento digo que fue ciego por mi sentido humano que me condena a estar siempre inconforme, pero en realidad fue un sueño hecho realidad. Por mucho tiempo y cada día hice la misma petición: venir y hacer mi familia en Israel, así que ahora no habría sentido decir que lo que yo misma pedí con tanta insistencia paso porque si como una casual coincidencia.
No puedo quejarme , mis propias palabras suplicando que fueran escuchadas se hicieron realidad. Ahora mi mundo es una nueva familia conformada por un esposo y un niño de 1 año (porque como decía una amiga, me choca ver como la gente dice en meses la edad de niños mayores del año); lo que dejé fue a mi primer hijo.

Conforme los años pasan, uno se va haciendo menos terco o al menos sabe que tiene que escuchar más, mi mamá me lo dice muy seguido y ahora le creo. Definitivamente los esquemas creados en nuestra mente desde que somos niños nos llevan a un estilo de vida que en muchos aspectos es como la sociedad donde estamos, pues desde que vivo en Israel no logro hacer las paces en mi mente respecto al tema de la vida de la mujer creando una familia con uno o dos hijos secular, o creando una con muchos hijos y religiosa, eso es lo que percibo como tipos de familia en éste nuevo país donde vivo por voluntad propia. Mi mundo anterior en Bogotá, Colombia, latino hasta que el cielo me implantó el pensamiento de que la mujer y todo ser humano debe estudiar y superarse y eso es claro, lo que no entiendo es porque se contradice con tener una familia numerosa, eso sí no es tan claro, ¡por obvias razones! Yo diría hace unos tres años, sin embargo no estoy segura de no querer una familia con tantos hijos porque son sencillamente un milagro.