Este día es memorable para todos; es el momento de dejar atrás la camisa blanca de primaria para empezar a utilizar la camisa azul de los primeros años de bachillerato. Sin embargo, en mi graduación yo no utilicé camisa azul, sino que directamente despedí el año con el mismo uniforme de todos los días, cosa que lo hace aún más especial: el último día de utilizar camisa blanca.

En las primeras horas de la mañana, los chicos y yo nos organizamos en el salón y la profesora nos tomó fotos. Por si no me identifican, en la foto soy la más pequeña, la cuarta de izquierda a derecha.

_{La foto grupal del salón. Foto de mi propiedad y de mi álbum familiar.}

A medida que llegaba la hora del gran momento, el colegio se llenaba de más personas. A las 9 de la mañana, ya había un escándalo generalizado y una gran multitud acumulada esperando a que sus hijos recibieran el título y se tomaran las respectivas fotos para el recuerdo. Me encontré con mis amigas luego de un largo rato buscándolas; en aquel momento, éramos un grupo muy definido de siete muchachas. Cada año, las promociones de sexto grado reunían fondos y se hacía una contribución al colegio; en nuestro caso, fue una linda mesa de concreto con asientos para desayunar en el recreo. Entonces, las profesoras nos instaron a tomarnos fotos en la mesita, para honrar nuestra promoción. Las siete muchachas lo hicimos.

_{El grupo de amigas de aquel lejano entonces, en los asientos que habíamos aportado al colegio. Foto de mi propiedad y de mi álbum familiar.}

Luego de un rato compartiendo, recuerdo que los profesores de música armaron una banda y cantaron una hermosa canción zuliana; las personas los veían y aplaudían desde el lado opuesto que conformaba el público, al que mi mamá le tomó una foto bastante informal.

_{La multitud de personas atendiendo el acto. Foto de mi propiedad y de mi álbum familiar.}

Después de este proceso de celebrar en mano de profesores y representantes, fue el momento de la entrega de título. Nos posicionaron en unos asientos, frente al escenario del colegio, para recibir nuestro título y ver a los otros muchachos recibirlo también. Cuando me llamaron a subir al escenario, estaba muy nerviosa, pero la profesora me susurró unas pequeñas palabras de ánimo y tal gesto me abasteció de seguridad para recibir mi título con fuerzas.

_{Mi profesora dándome el título de primaria en el escenario. Foto de mi propiedad y de mi álbum familiar.}

Luego de recibir mi título, estaba muy emocionada; no duré mucho más en el colegio. Mi mamá dio la oportunidad de que me tomaran la foto con toga y birrete. Quedó muy bonita; actualmente mi abuela la guarda en la vitrina de su sala.

_{Mi foto de graduación de primaria, con toga y birrete. Foto de mi propiedad y de mi álbum familiar.}

También se me entregó un lindo recuerdo: un porta-lápices de manera, lleno de dulces, que conservo hasta el día de hoy en mi biblioteca. Mírenlo actualmente:

_{Mi portalápices de recuerdo. Foto de mi propiedad y de mi álbum familiar.}

Fue una experiencia muy bonita de recordar; actualmente, me sorprende lo pequeña que estaba en aquel momento, aunque me sentí mayor al pasar a primer año de bachillerato. En definitiva fue uno de los momentos más bonitos de mi vida.