Deseando que esten lo mejor posible, saludo a todos en esta prestigiosa comunidad de Steem Venezuela, Hoy estoy aqui, con el fin de participar en el Steem Engagement Challenge, en la segunda semana de su quinta temporada, para hablar de los animales, o al menos intentaré hacerlo. Me gustaría invitar a @belssedlife, @cliracell y @mini80 a que también nos hablen de sus experiencias con ellos.

Veo a los animales como seres vivos de los que entendemos muy poco, cuando somos capaces de ir más allá, no damos cuenta de que la inteligencia y los sentimientos no son privilegios únicos de los seres humanos.

Tengo una hermana que cuando eramos niños, se consideraba a sí misma defensora de los animales y se la pasaba recogiendo cuanto perro callejero conseguía en la calle, a pesar de las quejas de mis padres, por lo que siempre había un perro en casa. No he sido muy amigo de tener animales en casa, por lo que siempre mantuve mi distancia de la mascota de turno, aunque siempre me encariñaba al igual que el resto de la familia.

Sin embargo hay dos especies que, por diferentes anécdotas, me han mostrado muchas cualidades y defectos que se creen solo son humanos, estos animales son los caballos y los gatos. Ya les voy a contar mis historias con ellos.

Por ahí en el año 2005, mas o menos, era un jovencísimo policía que trabajaba en la única brigada montada de la capital de Venezuela. De hecho esta unidad era pionera desde 1994, posteriormente otras policías trataron de copiar el modelo, pero este fue el mas conocido y el que duro mas tiempo.

Creo que esta historia la conté anteriormente, así que no me extenderé mucho con los detalles, solo diré que una vez tuvimos una anécdota con el grupo de caballos. Un dia de mantenimiento del parque Los Caobos, donde funcionaba la brigada, los 17 caballos escaparon de las caballerizas, en una maniobra muy coordinada, un grupo huyo hacia la entrada principal y otro grupo hacia la puerta este. Los dos grupos estaban equilibrados, uno de 8 y otro de 9, se tornaban muy violentos si intentaban agarrarlos.

Luego de varias horas luchando, fueron capturados uno a uno, pero nos tomó muchísimo tiempo someterlos. Querían simplemente volver a ser libres, nadie les preguntó si querían hacer eso que les obligaban a hacer. Ese dia entendi que si tienen la oportunidad de ganar su libertad, iban a pelear por ella. Entendí que no es correcto coartar su libertad a un animal, pues no les dejas ser lo que la naturaleza hizo de ellos.

Solo mucho tiempo después, siete sobrevivientes pudieron conseguir su libertad.

Ya un tiempo después de la debacle de mi matrimonio, cuando empece a vivir solo, estos animalitos empezaron a "aparecerse" en mi vida, como si algo los atrajera a mi. En mi anterior vivienda hice amistad con una gatita blanca que venía a arañarme la puerta todos los días, pensaba que era una gata de alguna casa vecina, pero siempre la veía a los alrededores de mi casa hasta que me mude. En la casa donde vivo actualmente hay un grupo grande como de seis o siete gatos, siempre cerca de mi puerta, no se dejan agarrar salvo una, la gatita pintada que ilustra mis post a quien cariñosamente le digo "La Niña".

La niña parece una persona, expresa abiertamente sentimientos. He aprendido a identificar cuando está triste, cuando tiene miedo, incluso cuando está molesta conmigo, porque me pasa por un lado y se hace la que no me ve. Cuando no les gustan las sobras que le ofrezco se va arañar la puerta a los vecinos, para dejarme en claro que no le gusto lo que di. Solo me rio de lo expresiva que es.

A pesar de tener una personalidad de niña malcriada, le tengo mucho cariño. Merodea junto con los otros gatos por toda la vecindad y siempre tiene una atención especial para mi, de hecho soy el único de los adultos que vive aquí por quien se deja hacer cariños.

Hace unos días pasamos por un momento triste, pues toda la ultima camada de gatitos que había tenido, no sobrevivió a causa de los problemas climáticos que tuvimos en estos días, fue algo realmente triste para ella, se lamentaba mucho y para todas las personas que estuvimos pendientes de las crías.

En mi trabajo, adoptamos una familia de gatos, la pareja mas tres crías, debido a que durante el confinamiento el galpón donde trabajamos hubo una plaga de roedores y como cosa extraña, no había presupuesto para fumigar. La solución mas natural y ecológica que conseguimos fue esa, agregar al ambiente el depredador natural de la plaga. En pocos días, los roedores desaparecieron y los gatos siguen haciendo vida en el galpón. De ellos resalta la madre de la familia, a quien los obreros llaman cariñosamente "La Dueña", supongo porque es la jefa de la familia.

Admiro a esta gata porque tiene los rasgos de una madre abnegada, la he visto buscar comida para sus crías y a veces los alimenta a ellos y ella se queda sin comer. Siempre estamos pendientes de darles alimento cuando no tienen cacería, porque si no se van a buscar otro sitio donde conseguirla y volvemos de nuevo con el problema anterior.

Estas experiencias con estos pequeños seres, tanto los caballos con su valentía y voluntad indomable, los gatos con su expresión sincera, me han enseñado cosas de las que siempre recordare con cariño. De los caballos aprendí que la libertad vale el riesgo y el precio que debas pagar por ella, no debes quedarte con nada que no te haga feliz, lucha aunque fracases y si te caes, sigue luchando.

De los gatos aprendí que no hay nada más sano que ser tu mismo y expresar lo que sientas abiertamente, pues de nada sirve que finjas algo que no eres o no sientes por agradar a los demás. Si no te quieren aquí, allá tal vez si te aprecien.

Gracias por llegar hasta aquí, espero que les haya gustado mi participación.