A veces hacemos acciones de las cuales luego nos arrepentimos, sobre todo cuando nos damos cuentas del mal que le hemos hecho a nuestros seres queridos. Por dura que la vida se nos presente, no hay que dejar de lado la prudencia y la sensatez, porque luego podemos ser víctimas de nuestras propias malas decisiones.

Pues si amigo, en definitiva Gerardo y la chica no tenían mucho en común y aunque la verdad no necesitas alguien igual a ti para establecer una relación de respeto mutuo y amor; pues hay caracteres incompatibles porque ninguno de los dos se sentiría cómodo con el proceder del otro y viceversa.

Espero que la relación matrimonial de Gerardo haya tenido reconciliación; de lo contrario, se tome su tiempo para sanar heridas y no busque apresuradamente sacar un clavo con otro porque realmente; es una muy, muy mala decisión! Excelente relato, de una me atrapo amigo.