Reflexionando sobre mi pasado

En la vida pasamos por situaciones que nos hacen reflexionar, hoy recordando mi pasado pude encontrar un episodio que hasta el día de hoy no supero.

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Un día que viajé con mi hijo hacia otra ciudad me dirigí a la casa de un familiar. Luego de pasar el fin de semana nos teníamos que devolver a nuestra casa. Pero sucedió que no había transporte para mi ciudad. En el terminal de pasajeros el que coordinaba los viajes me dijo que tendría que esperar a que algún vehículo regresara de mi ciudad para hacer el retorno pero que era muy difícil que eso ocurriera en las horas de la tarde. Era domingo y estaba en el terminal de un pueblo.

Me senté con mi hijo en un banco a esperar, de todas formas. En un momento se apareció un joven que me preguntó con mucha educación si yo estaba esperando transporte, a lo que le dije que sí. El se sentó en el mismo banco y me dijo…

“Yo tengo un vehículo del otro lado, recojo pasajeros pero tengo que ir a buscar a tres pasajeros que me esperan en sus casas. Si usted se anota conmigo seríamos los cinco y nos vamos.”

En ese momento me pareció que yo estaba de suerte, le contesté que sí.

El joven me dijo que lo esperase en el cafetín y que luego vendría a buscarme. Que no le comentara a nadie de esto porque yo lo podría poner en incovenientes para el futuro.

Así lo hice, esperé al señor que después de más de una hora llegó. Cuando me acercaba al auto del joven, de repente se encendió en mi cabeza una especie de alarma. Que cada vez me alarmó más.

Me decía algo así como que porqué me voy en el auto de un desconocido, yo con una maleta y además con mi hijo de 6 años, indefenso. Las personas que esperaban en el auto, una mujer adelante y dos mujeres atrás. Cosa que dejaba un puesto libre adelante y otro atrás.

Tomé valor y le dije al joven, no, no me voy con usted. Y retrocedí, el joven me insistió y me decía que me devolviera que las dos mujeres se colocarían adelante y mi hijo y yo en los dos puestos de atrás, pero seguí caminando lo más veloz que pude hasta llegar de nuevo a donde estaban las personas agrupadas esperando.

Después de haber hecho eso tuve una sensación fuerte de que me había librado de un gran peligro. Por mi mente solo venían recuerdos de niños secuestrados en las carreteras. De asaltos a mujeres con niños por personas en autos. Mi mente solo me decía mi hijo iría atrás y yo adelante, eso le daba ocasión a las mujeres de atrás de drogarnos y luego todo sería una historia de locura para contar… si lo contaba.

Me sentí que me había liberado de un gran problema. No lo pude comentar con mi hijo pequeño y solo me quedé a agradecer a Dios por encender mis alarmas y protegerme.

Pensé que me quedaría a esperar el tiempo necesario a que un vehículo regresara y así fue. Pague mis dos pasajes y durante el trayecto solo venía a mi mente la escena de lo que podría haber sucedido si yo me hubiese montado en ese auto junto a mi pequeño hijo.

Podrían doparme y lanzarme por el camino en algún matorral de la vía, es una carretera poco transitada los domingos en la tarde. O ellos podrían haberme dopado junto a mi hijo para hacer la extracción de órganos o la trata de blancas, o matarnos a los dos y dejarnos sin órganos luego tirados en algún lado.

Mi mente hasta hoy se pregunta ¿como me disponía a montarme en un vehículo extraño, que no estaba registrado en ese terminal, con un chofer que desde el principio se portó extraño?

“No hable con nadie, no le diga nada a nadie, no le comente que no soy chofer del terminal, etc”

Pudo haber sido un indefenso y humilde chofer buscando dinero en forma ilegal para llevar sustento a su familia, pero y si no era así. Mis alarmas en la mente se activaron en un corto espacio de tiempo.

Pido perdón a Dios si actué mal al pensar mal pero por otro lado también pienso y le doy las gracias a mis angeles custodios que me hicieron pensar mal de repente. Porque en este momento podría haber sido o no y lo estaría contando de otra forma o mi narrativa sería otra peor.

Solo recuerdo una frase que dice…

“Piensa mal y acertarás”

Esta es mi participación a los lunes de escritura de la comunidad @steemvenezuela.

El 25% de lo obtenido en mi publicación será para @null.