Lunes de Escritura: La llegada de Magdalena [Club5050]

Es un placer participar en este día de escritura que nos pone a prueba la creatividad e imaginación. Espero que mi historia sea del agrado de todos ustedes.

Magdalena admiraba el hermoso bosque de pino a través de la ventana del bus. Ansiosa anhelaba ver a sus abuelos para decirles lo mucho que los extrañaba, ya que habían pasado quince años desde la última vez que los vió, porque se había mudado a otro país.

Llegó a su destino a las tres de la tarde, donde ya la esperaba el viejo chofer de la familia. Recorrieron la angosta calle, bordeando la antigua plaza. Nada había cambiado desde que se fue, el pueblo era como si se hubiese detenido en el tiempo. A los 20 minutos llegó a su querido hogar.

Bajó las maletas y al voltear miró a los abuelos aproximarse a ella.  Era extraño verlos de nuevo y exactamente iguales, como si hubiesen tenido la pócima mágica de la juventud todo este tiempo en que no los había visto. Se abrazaron y entraron rápidamente al hogar.

Magdalena no recordaba esa casa y le llamó la atención un sótano ubicado a un lado de la sala con unas escaleras desgastadas. Tenía una sensación extraña cuando lo vió, pero prefirió no decir nada al respecto. Cenaron y charlaron hasta altas horas de la noche, hasta que Magdalena se retiró a su habitación. Sus abuelos en ese momento la miraron como si fuese una completa extraña, sin embargo, ella no le dió importancia al asunto y se fue a descansar.

En la noche empezó a escuchar sonidos extraños que provenían del sótano. A hurtadillas se dirigió al lugar, bajando sus misteriosas escaleras hasta abrir la puerta. Dentro del sótano se encontró a varias personas con el rostro cubierto, que al verla se dirigían a ella. Magdalena pensó en huir y avisar a sus abuelos, pero se sorprendió al verlos al final del sótano, con mirada extraña y sonrisa macabra. Habían charcos de sangre y personas con espeluznantes máscaras al lado de ellos.

Magdalena aterrada trató de correr, pero cada vez aparecían más personas que bailaban a su alrededor. Sus abuelos se acercaron a ella, y al estar frente a frente le gritaron: ¡Sacrificio! ¡Sacrificio!

Magdalena logró escapar del sótano por un descuido de esas personas y subió las escaleras hasta llegar a la sala. Corrió hacia la puerta principal para huir, pero estaba cerrada. Comenzó a llorar desesperadamente mientras veía como todos se acercaban  alrededor de ella.

La abuela al acercarse le dijo: Necesitamos sacrificarte para que nuestras almas en pena puedan ser liberadas. Tu juventud nos dará la libertad que hemos esperado durante todos estos años.

Magdalena no entendía nada, solo sabía que no quería morir. Les suplicó a sus abuelos y a las demás personas que la dejaran vivir, pero ellos estaban sin emoción alguna, observándola friamente.

Ella corrió y se encerró en el sótano. Las demás personas la siguieron tranquilamente, y comenzaron a romper la puerta con hachas y cuchillos. Sabían que ella no podría escapar de ese lugar.

Magdalena lloraba y lloraba, buscando alrededor alguna salida, pero ni una ventana había. Sin embargo, estaba una gran biblioteca de madera llena de libros, y su instinto le decía que había algo detrás que la salvaría.

Ella comenzó a sacar los libros y se dió cuenta que había una pequeña puerta detrás. Procedió a mover la armadura de madera y abrió la puerta secreta justo a tiempo, ya que las personas habían logrado entrar al sótano.

Magdalena logró escapar de la casa. Corría por el bosque huyendo de la terrible escena, pero sin saberlo, estaba yendo directo al lugar del sacrificio. Estuvo a punto de colapsar cuando de repente varias gotas de sudor le mojaban el rostro, despertándola de su terrible pesadilla.

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