Sin duda alguna el compartir ocasiones con la familia no tiene precio, por esa razón puedo comprenderte, debido a que debemos disfrutar a nuestros seres amados como si fuera el último día
Sin duda alguna el compartir ocasiones con la familia no tiene precio, por esa razón puedo comprenderte, debido a que debemos disfrutar a nuestros seres amados como si fuera el último día
Y es que cualquier día puede ser el último, no lo sabemos. Solo tenemos la esperanza de seguir aquí. Dios lo permita así por muchos años.