Señoras y señores, saludos cordiales. Estamos aquí transmitiendo en vivo y directo a través de Fuchi TV, desde Maracaibo, la ciudad abandonada y sin un real, y nuestra invitada de hoy es nada más y nada menos que la cabra mocha de Josefita Camacho, también conocida como la chiva de Chepa. Y sin más pajonal introductorio, vamos a la entrevista.

Buenos días, señora cabra. ¿Cómo está?
Bien. Gracias por la invitación y saludos a toda Venezuela.

¿Cómo hace usted para manejar toda su fama?
Mi fama no vale nada. La gente escucha la canción pero no se interesa en mi existencia.

¿Le pagan los derechos de autor?
Para nada. Por ahí hay miles de conjuntos gaiteros que se han lucrado cantando mi canción y a mí ni una mazorca que me han tirado.

¿Por qué quedó mocha del rabo y las dos orejas?
Bueno, es una historia complicada. Resulta que Josefita tenía un marido llamado Olegario Montiel que era cegatón y borracho a la vez. Entonces un día la mujer mandó al señor a que se encargara de llevar al perro al salón de belleza perruno para que le recortaran parte de la cola y las orejas, como se hace con algunas razas de perros finos. Pero el tipo, en medio de la pea, en vez de llevar el perro me llevó a mí.

¿Y qué les pasó a sus cachos? Los veo también recortados.
Bueno, yo tenía los cachos demasiado grandes, pero era cuando mi esposo estaba vivo.

¿Le crecían mucho los cuernos?
Sí. Era que el tipo se echaba sus escabullidas para Maicao, se iba dizque a cortar monte por allá, y regresaba a los dos días.

Era que andaba enchivado.
Más enchivados andan hoy los venezolanos usando ropas ajenas: los hermanos comparten camisas, pantalones; y a veces los esposos andan con pantaletas.

¿Usted se divorció?
No. A mi esposo lo mató la terrible crisis económica que estamos viviendo.

¿Cómo así?
Bueno, el hambre feroz de algunos vecinos hizo que estos se robaran al chivo y se lo echaran. Josefita mandó a hacer un par de sillas con el cuero, porque eso fue lo único que dejaron tirado al frente de la casa. Desde entonces los cachos se me han ido desapareciendo.

¿Cómo se llamaba su esposo?
A mi esposo le llamaban Cabrón en todo el barrio. Era bonito. Tenía los cachos enormes.

¿Por qué la canción dice “es por eso que no deja que la agarren los muchachos”?
Es que estos muchachitos de por aquí son el diablo en persona. Mira lo que me hacían: Me utilizaban como caballito de carreras y me ponían en la parte de atrás un artefacto pirotécnico de esos que llaman silbadores, me lo encendían, y entonces yo del susto corría por demás.

¿Usted fue la chiva que tuvo tres?
Para nada. El pueblo es el que se siente así, como el tercer chivito que se queda frustrado viendo a los demás chupar.

¿Es verdad que todo chivo que se devuelve se desnuca?
Es la propia verdad, porque Venezuela se devolvió a la época de Juan Vicente Gómez y anda toda desnucada quién sabe hasta cuándo.

¿Será cierto que existen personas más locas que una cabra?
Creo que las cabras somos más cuerdas que la gente. Porque nos ven subidas en los árboles o en cerros empinados nos creen chifladas. Pero peor locura es haber llegado a la luna que está más alta.

Dicen que el que nace pa’ chivo del cielo le caen los cuernos, ¿cree usted en eso?
Creo que no se necesita ser chivo para que a uno le salgan cuernos. Hay quienes le nacen cuernos, no es porque sus esposas los engañen, sino porque son unos demonios por naturaleza.

¿Y cómo le ha ido a usted en medio de toda esta crisis política, social y económica?
A veces me ha ido muy mal por la falta de agua en Maracaibo y porque aquí no llueve mucho y casi no nace pasto para comer. Por eso es que me han visto a veces en los basureros comiendo papeles.

Ah, pero usted colabora con que haya menos basura.
Sí, pero eso es también problemático porque a uno se le forman corchos en el colon que lo tapan por días.

¿Hace tiempo que no le dan maíz?
Hay veces que me ha ido bien con la comida porque la gente a pesar de la pobreza detesta comer lentejas chinas y de esa harina amarilla que parece aserrín que reparte el gobierno, entonces muchos vecinos llegan y le dicen a mi dueña: “Toma, Josefita, dale esta comilona a tu cabra mocha”.

¿Alguna vez usted ha pasado por el puente Rafael Urdaneta?
No. Dicen que los que pasan por ahí se les hace un nudo en la garganta y les da taquicardia.

Me imagino que es por la emoción que sienten.
No. Es por el miedo de que se vaya a caer esa vaina.

Bueno, amiga cabra mocha, y ya para terminar, ¿cuál es su mensaje para la audiencia?
Yo les recomiendo que, así como los maracuchos aman a su tierra natal, todos los venezolanos deberían amar y defender a Venezuela para que pronto vuelva a levantarse de las cenizas.

¡Bravo! Estupenda entrevista con uno de los personajes más emblemáticos de la historia cultural del pueblo zuliano. Bueno, queridos televidentes, gracias por su atención y hasta el próximo animal. ¡Chao!

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Invitando a: @mariami, @pnessy

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Nota informativa sobre la canción "la cabra mocha": Fue creada por los señores Pradelio Hernández y Natividad Portillo en el año 1921 según un caso de la vida real y la hizo famosa el conjunto gaitero El Saladillo.

El dibujo es de mi autoría, la foto fue tomada con un Huawei Honor.

Etapas previas del dibujo:

Paso 1.

Paso 2.